Eduardo Ávila
El autonombrado “Grupo de solicitantes defensor del ejido Aguaruto” denuncia corrupción en el manejo de hectáreas dotadas al ejido desde el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940).
El grupo de solicitantes, conformado en julio de 1999 por un total de 22 personas, de las cuales ya sólo quedan 11, piden que se regresen al ejido un total de 44 hectáreas, dotadas en 1937 durante el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Arcenio Villegas Corrales, Rosalinda Flores Castañeda, Daniel Sánchez Zazueta, Portino León Rosas, Raúl Furtiño Medrano Rosas, Guadalupe Avendaño Meza, Carlos Hernández Martínez, Luis Amado Sánchez Torres, Enrique Villegas Montes, Javier Iribe Palazuelos y Daniela Villegas Mariscal, son las personas que conforman el grupo de solicitantes, todos hijos de ejidatarios.
“Artimañas y corrupción de parte de la directiva” es lo que ha frenado hasta la fecha que las 44 hectáreas pasen a dominio del ejido.
Según señalan los miembros del grupo se ha estado muy cerca de que dichas hectáreas se ejecuten a favor del ejido, sin embargo la ejecución se ha retrasado por varios amparos interpuestos por parte de la empresa CRITA, la cual ocupa las tierras que se reclaman, además de negativas por parte de la actual y las pasadas administraciones ejidales.
Miembros del grupo señalan que la empresa CRITA argumenta que las tierras en cuestión fueron un regalo del ejido, lo que afirman es totalmente falso, ya que dicho acuerdo fue totalmente ilegal y se hizo mediante una falsa asamblea supuestamente llevada a cabo el 27 de junio de 2009, en la que el entonces comisario ejidal Alberto Luis Palazuelos Arenas, se desistía a reclamar las tierras que por decreto pertenecen al ejido, dejándolas así en manos de la empresa CRITA.
“Los ejidatarios no saben la situación y sólo firmaron la lista de asistencia, la hoja no tenía fecha ni motivo, todo fue a base de engaños”.
Según miembros del grupo, en las juntas que se llevan a cabo cada dos meses en la Casa Ejidal “La mesa directiva y los funcionarios no nos dejan hablar, nos quitan la palabra y comienzan a gritarnos de cosas”.
“Hemos sido silenciados mediante la represión en las asambleas”, señalan.
Afirman que se ha creado una especie de campaña de desprestigio hacia ellos, haciéndole creer a los ejidatarios que los miembros del grupo de solicitantes atentan contra el ejido, sin embargo aclaran que es falso.
“La demanda que hemos hecho no es contra el ejido, sino contra los dirigentes por el mal manejo que se ha hecho, lo que buscamos es que el ejido se fortalezca y se una, solo queremos que esas tierras se le devuelvan al ejido”.
A su vez señalan que las administraciones ejidales buscan que “el ejido desaparezca y que todas esas tierras sean privadas, la casa ejidal la tienen sin luz y sin teléfono, prácticamente abandonada”.
El próximo 25 de septiembre se elegirá a la nueva administración ejidal.
“Solo esperamos que haya una resolución favorable para el ejido y que la tierra produzca, éstas personas se han adueñado con artimañas de lo que se nos entregó ya hace 77 años”.
Con la reforma agraria expedida en el gobierno de Lázaro Cárdenas se conformaron los ejidos con la dotación de tierras a campesinos. La resolución presidencial que dotó las tierras y formó el ejido fue celebrada el 20 de enero de 1937 y publicada más tarde el 9 de marzo del mismo año en el Diario Oficial de la Federación.
