Alexandre Borodai, el Primer Ministro de la República autoproclamada de Donetsk, ha anunciado este jueves su dimisión. El ruso Borodai puede ser sustituido por algún líder, oriundo de Donetsk, de los rebeldes prorrusos como Alexandre Zakhartchenko, quien ha encabezado una de las unidades de las fuerzas separatistas.
Un cañoneo sostenido en el principal baluarte rebelde del este de Ucrania alcanzó construcciones residenciales y un hospital, con un saldo de al menos cuatro muertos y 10 heridos, dijeron funcionarios, mientras las fuerzas gubernamentales avanzaban en su campaña para desalojar a los separatistas.
Los obuses que alcanzaron el Hospital Vishnevskiy en Donetsk el jueves por la mañana dejaron un muerto y cinco heridos, dijo el vocero del concejo municipal Maxim Rovensky a The Associated Press.
“Hubo una explosión repentina”, dijo la doctora Anna Kravtsova, presente en el lugar. “Un proyectil entró por la ventana”. El cañoneo destruyó una unidad odontológica y alcanzó tres edificios de apartamentos vecinos.
Siguió a una noche de ataques de artillería en otro barrio a medida que las fuerzas del gobierno se acercan de a poco al centro de la ciudad. La oficina del alcalde dijo en su sitio de internet que esos ataques mataron a tres personas, hirieron a cinco y destruyeron varios edificios residenciales.
El gobierno niega que dispare su artillería a zonas residenciales, pero pruebas crecientes indican lo contrario. Separatistas pro rusos en el este de Ucrania combaten al gobierno de Kiev desde abril. Ucrania y los países occidentales acusan a Moscú de respaldar la revuelta con armas y soldados, cosa que el gobierno ruso niega con vehemencia.
Occidente también acusa a Rusia de proporcionar a los insurgentes misiles tierra-aire como el que posiblemente derribó a un avión de pasajeros de Malaysia Airlines sobre territorio en poder de los rebeldes el 17 de julio, desastre en el que murieron las 298 personas a bordo.
En Kiev, la capital de Ucrania, se produjeron choques cuando las autoridades municipales intentaron levantar los restos de un campamento de carpas instalados por los manifestantes que participaron en el derrocamiento del presidente pro ruso Viktor Yanukovich.
En incidentes que recordaron esa revuelta, que culminó con la caída de Yanukovich en febrero, los manifestantes encendieron neumáticos al enfrentar a un batallón de voluntarios que realizaba la limpieza.
Tomado de Eje Central.