Tuve la oportunidad de tratar personalmente a Arnaldo Córdova cuando llevé la especialidad sobre La Reforma del Estado que se impartió en el Colegio de Sinaloa en el año 2003. Algunos de mis compañeros de clase fueron José Maradiaga Ceceña, Joel Salomón, Alma Alcaraz Hernández, Artemisa, y otros más que por el momento no recuerdo.
Quería que aprendiéramos, era un pedagogo, se esforzaba y al final de alguna de sus intervenciones nos decía: “Estudien filosofía, no sean pendejos, sirve para una sola cosa, para pensar”. Nos lo repitió varias veces.
Fuera del aula me acercaba a platicar con él, en una ocasión le pregunté que si alguien quería empezar a leer sobre la Revolución Mexicana, por donde debería de empezar, que libro recomendaba. Me dijo, hay un buen libro que escribió Jesús Silva Herzog, se llama “Breve Historia de la Revolución Mexicana”.
En otra ocasión le pregunté su opinión sobre Giovanni Sartori, y me contestó con fuerza: “Es un pinche racista”. No lo pensó, ya traía la respuesta muy pensada. Su posición sobre los inmigrantes no le agrada. No seas pendejo, hay autores mejores, te recomiendo leer a Kelsen.
Una vez en la clase nos preguntó que quién sabía el artículo 39 de la Constitución. Se lo dije de memoria, y luego me preguntó: ¿Dónde lo aprendiste? Y le contesté: en 1985, en la campaña del registro del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) nos llegaron cientos de carteles con la imagen de Francisco Villa donde venía cabalgando, con el texto del artículo 39 de la Constitución. Arnaldo era amigo de Heberto Castillo, y ambos eran constitucionalistas.
De repente abrió un paréntesis en la clase, volteó a verla y le dijo con voz fuerte a una alumna: ¡Artemisa, Artemisa!, si tuviera veinte años menos, te tiraba los perros. Todos reímos, y él siguió dando su clase magistral, como si nada.
Sabía latín, francés, italiano e inglés, sus estudios superiores los hizo en la UNAM y en Italia. Fue integrante de uno de los grupos políticos que se integró y formó el PSUM, me refiero al Movimiento de Acción Popular (MAP), por esa vía el PSUM, fue diputado federal en la legislatura LII en los años 1982-1985. Una de las mejores legislaturas para izquierda, con un grupo de diputados de muy nivel.
Nos dijo en clase que su libro, La Formación del Poder Político en México (1972), era el libro más vendido en la editorial ERA, y nos recomendó que leyéramos uno de sus últimos libros: La Revolución en crisis, la aventura del maximato.
En el 2011 se separó del PRD, y era uno de los más destacados intelectuales que militaba en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Hoy que nos ha abandonado, diversos personajes de la vida política manifestaron a través de Twitter su pésame por la muerte del investigador universitario. Andrés Manuel López Obrador escribió: “Me entristece el fallecimiento de Arlando Córdova. Escritor, maestro emérito de la UNAM, político de izquierda y defensor de causas justas”. A mí también me entristece.
