El inerme sector Humaya

El inerme sector Humaya

humaya manuel
No hay en Culiacán obras preventivas de nuevos desastres frente a las tormentas que se anunciaron para 2014; los ríos no se dragaron, los canales no se revistieron y el sistema hidráulico de la ciudad permanece tal y como estaba en 2013, cuando azotó el huracán “Manuel”. Hay, eso sí, mucha saliva, fotos, reuniones que no significan nada y promesas para las cuales el tiempo se agotó.
María Félix se para a la orilla de la carretera y apunta hacia el canal que cruza todo el sector Humaya: “Ese es el problema, mire, el canal tiene muchos quiebres y eso dificulta el paso del agua, por eso nos inundamos año con año. Ya le propusimos al presidente municipal que le hagan una salida recta… y nos prometió que pronto solucionarían el problema”.
En septiembre de 2013, con el paso del huracán “Manuel”, su casa y la de decenas de vecinos quedaron bajo el agua.
Pero la Doña —como le llaman de cariño sus amigos— y todos los habitantes del sector Humaya que han sido víctimas de las inundaciones, están siendo engañados. No hay, ni por parte del Ayuntamiento, ni del Gobierno del estado, ni del Federal, ningún proyecto para modificar el canal y evitar futuros desastres.
De acuerdo a información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a través de la Ley de Acceso a la Información Pública, solo diez obras fueron autorizadas en Culiacán y Navolato después del paso del huracán “Manuel”, en septiembre de 2013 y prácticamente ninguna de ellas se ha llevado a cabo.
Las obras enlistadas por Conagua son para realizarse en 2013 y 2014, a partir de peticiones que hicieron ciudadanos y autoridades tanto estatales como de los municipios de Culiacán y Navolato.
De las diez que se detallan, solo una tiene que ver con el arroyo “Agustina Ramírez”, que es el que baja de Santa Fe y alrededor de 15 colonias aledañas, para pasar con furia por el sector Humaya, hundiendo a cientos de familias en el fango cada vez que se presentan inundaciones. Pero esa obra consiste en la reconstrucción de los bordos del arroyo cuando descarga el agua en el río Culiacán, es decir, cuando ya ha pasado con sus aleteos de muerte por los caseríos.
Ninguna de las cientos de familias que aquí resultaron damnificadas después de que el agua alcanzó hasta un metro y medio de altura, destruyendo buena parte de sus pertenencias, recibió apoyos sustanciales del Gobierno. Y de hecho, la gente lo que quiere es una solución de fondo, no despensas ni computadoras.
Francisco Ortiz, quien tiene más de 30 años viviendo en Infonavit Humaya, piensa, a diferencia de la Doña, que no es enderezando la salida del canal, cuando llega a la carretera, como se va a resolver el problema, sino buscándole otras salidas al agua.
“Antes —dice— había una salida hacia La Presita, pero la clausuraron hace diez años y desde entonces toda el agua de las lluvias que cae en el sector de Santa Fe pasa por Humaya y el canal no se da abasto. No es casualidad que desde que taparon esa salida nos estamos inundando”.
El 18 de mayo pasado, las familias damnificadas se reunieron con el presidente municipal Sergio Torres y éste les prometió atender el problema. Dijo que realizarían la obra a la altura de la México 15.
Tres días después de esta reunión el alcalde estuvo en el sector y realizó un recorrido por el canal, convivió con los vecinos y se tomó las fotografías de rigor. Ese día anunció la inversión de diez millones de pesos para ampliar el cauce del arrollo a la altura de la carretera México 15 y dijo que las obras arrancaría en mes y medio. Fue el 21 de mayo.
Pero en realidad les mintió, porque en ningún lado está contemplada alguna obra sobre este arroyo; no hay un proyecto para modificar la caída del canal ni presupuesto y, por el contrario, tanto los municipios como el Gobierno estatal se han estado quejando de que los recursos del Fonden (Fondo Nacional de Desastres) no “bajan” por cuestiones burocráticas.

Basura en los arroyos. Amenaza latente.
Basura en los arroyos. Amenaza latente.

“Estamos listos”… ¿para qué?
El 29 de mayo pasado, en un evento que se presumió por parte del Gobierno estatal, éste se declaró listo para enfrentar la próxima temporada de huracanes 2014. El Servicio Meteorológico Nacional había anunciado la llegada de 14 ciclones en el Pacífico mexicano, en la temporada que oficialmente arrancó el 15 de mayo. Allí, el secretario General de Gobierno Gerardo Vargas Laderos instaló formalmente el Consejo Estatal de Protección Civil (CEPC), que actuará “de inmediato” en caso de emergencias.
Rebosando optimismo, pero ocultando lo que realmente pasó, como si los miles de metros cúbicos de agua y las toneladas de lodo que invadieron cientos de casas pudieran borrarse con saliva, Vargas Landeros presumió que “gracias al trabajo oportuno de Protección Civil estatal y municipal, el Ejército, la Marina, los diferentes grupos de auxilio como Cruz Roja y Bomberos, sociedad civil, y al respaldo decidido del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se enfrentaron con éxito los embates del huracán ´Manuel´ y la tormenta tropical ´Sonia´ durante su paso por Sinaloa, disminuyendo en lo posible pérdidas de vida y daños materiales”.
Presentes estaban el presidente del Comité de Protección Civil, Ismael Checa Landeros y el delegado de la Conagua, Rafael Sanz Ramos. No se pudieron presumir las obras que fueron aprobadas después del desastre de septiembre, sobre los ríos Culiacán, Humaya y Tamazula, simplemente porque no se realizaron.
Casi todas tienen que ver con el desazolve de los ríos y la reconstrucción de bordos, pero después de la engañifa que significó el arranque del dragado del río Tamazula, el 11 de marzo pasado, el Gobierno empezó a justificarse diciendo que los recursos del Fonden no habían llegado.
En esa reunión se dijo que se estaba trabajando en la limpieza de arroyos y canales, pero un simple recorrido por algunos de ellos demuestra que el trabajo ha sido muy limitado, aún en aquellos que significaron problemas para la población, como el “Agustina Ramírez”.
Ismael Checa Landeros anunció que mediante un protocolo específico se trabajaría con Infonavit, para atender todas aquellas zonas que sufrieron daños la temporada pasada y que están en riesgo de sufrir de nuevo los embates de la naturaleza, pero habló de refugios temporales y de métodos de evacuación, no de medidas preventivas y de fondo.
Seis años antes, en agosto de 2007, se había escrito una historia similar: decenas de vecinos del sector perdieron gran parte de su patrimonio ante el embate de las lluvias. El alcalde era Aarón Irízar y el gobernador Jesús Aguilar Padilla. Los vecinos pidieron medidas de fondo pero nunca se tomaron. Y entonces la tragedia se repitió en 2013, con el paso de “Manuel”.
Cuando se construyó el distribuidor vial, se dijo que éste ayudaría a desfogar el agua de las lluvias, que se acabarían las inundaciones. Pero fue otro engaño. El problema está aguas arriba. El arroyo “Agustina Ramírez” es insuficiente para desfogar el agua cuando las lluvias son intensas. Pero abrir nuevas salidas implica realizar una obra cuyo costo nadie quiere asumir.
Canal “Agustina Ramírez”. Escombro mortal.
Canal “Agustina Ramírez”. Escombro mortal.

Por eso la advertencia de los vecinos:
“Sergio Torres se comprometió a empezar las obras en un mes y medio y ya pasaron 15 días. Si no cumple le vamos a tapar la carretera… ya lo hicimos una vez y lo haremos de nuevo”.
Las obras autorizadas por Conagua… que no se realizaron
Destrucción de bordos de ambas márgenes y azolvamiento del río Tamazula, Isla Musala, Culiacán, Sinaloa (5.79 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río y azolvamiento Río Tamazula, aguas arriba de la Isla Musala, Culiacán, Sinaloa (620 m)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río Culiacán y azolvamiento del cauce, tramo Villamoros-Aguapepito, Navolato, Sinaloa (12.67 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes y azolvamiento del arroyo Agustina Ramírez en su descarga del río Culiacán, presa derivadora, Culiacán, Sinaloa (1.4 km)
Arroyo san Juan CROC de 150 metros, afectando la colonia Revolución, Culiacán, Sinaloa
Reducción de la capacidad de conducción por la excesiva maleza, arbustos y árboles existentes en el cauce del río Culiacán, aguas abajo de la presa Derivadora Carlos Carvajal Zarazúa (7 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río Culiacán y azolvamiento del cauce, tramo Bariometo-El Limoncito, Navolato, Sinaloa.
DIAGNÓSTICO DE DAÑOS, UBICACIÓN Y ÁREA AFECTADA
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río y azolvamiento río Tamazula, Isla Musala, Culiacán, Sinaloa (6KM)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río y azolvamiento río Humaya, Puente Almada-Puente Buelna, Culiacán, Sinaloa (2.6 km)
De la presa derivadora Carlos Carvajal Zarazua, sobre el río Culiacán hacia aguas arriba hasta la Isla de Oraba, esta azolvado, Culiacán, Sinaloa (625 m)
Destrucción de bordos de ambas márgenes y azolvamiento del río Tamazula, Isla Musala, Culiacán, Sinaloa, (5.79 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río y azolvamiento río Tamazula, aguas arriba de la Isla Musala, Culiacán, Sinaloa (620 m)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río Culiacán y azolvamiento del cauce, tramo Villamoros-Aguapepito, Navolato, Sinaloa (12.67 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes y azolvamiento del arroyo Agustina Ramírez en su descarga del río Culiacán, presa derivadora, Culiacán, Sinaloa (1.4 km)
Arroyo San Juan CROC de 150 metros, afectando la colonia Revolución, Culiacán, Sinaloa
Reducción de la capacidad de conducción por la excesiva maleza, arbustos y árboles existentes en el cauce del río Culiacán, aguas abajo de la presa Derivadora, Carlos Carvajal Zarazúa (7 km)
Destrucción de bordos de ambas márgenes del río Culiacán y azolvamiento del cauce, tramo Bariometo-El Limoncito, Navolato, Sinaloa.
 

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