En Sinaloa no hay investigación científica contra el delito: Quiñónez Reina
Arcaica. Así define, con una sola palabra, Joel Quiñónez Reyna, el trabajo que realiza la Coordinación de Investigación Criminalística y Servicios Periciales, de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Médico y doctor en criminología, el también catedrático de la Facultad de Derecho, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y fundador del Instituto de Criminología, que desde hace 10 años funciona en Culiacán, señaló dos graves deficiencias de esta área tan importante en la investigación y persecución del delito en la entidad: nadie en el personal está certificado para fungir como perito, y el equipo con que cuenta es obsoleto.
Recientemente, especialistas de Estados Unidos realizaron un estudio en México y encontraron que solo siete estados —Sinaloa no, por supuesto— van a la vanguardia en servicios periciales y el resto muestra un grave retraso en cuanto a personal, infraestructura y capacitación. Esos estados son Baja California, Chihuahua, Nuevo León, Morelos, Jalisco, Yucatán y Estado de México.
El estudio fue realizado por especialistas como parte de las acciones que incluye la Iniciativa Mérida —firmada en el 2008—, a través de la cual el gobierno de Estados Unidos aportará recursos para el combate al crimen organizado y específicamente a los cárteles del narcotráfico. Los resultados fueron publicados durante los primeros días de junio a nivel nacional.
El resto de los estados, agregaron, tienen graves deficiencias y serán apoyados para que superen sus problemas en infraestructura, entrenamiento y falta de personal.
Datos del gobierno estadunidense señalan que de 2008 a la fecha el Departamento de Estado autorizó mil 900 millones de dólares para que México los aplique en diversos programas. Los especialistas indicaron que en algunas zonas del país se dejó de apoyar los servicios periciales, lo que derivó en malos resultados e investigaciones deficientes.
En algunas de estas regiones, añadieron, se carece de instalaciones para realizar necropsias o conservar cadáveres.
—¿Qué piensas de esta publicación en la que expertos de Estados Unidos no nos ubican entre los estados con servicios periciales confiables, de vanguardia?
—Creo que tienen razón, porque la verdad es que periciales no tiene ni personal certificado para actuar como tal y carece de infraestructura para procesar las pruebas, indicios.
—¿Específicamente de qué estamos hablando?
—Que no hay equipos ni personal capacitado para procesar los indicios o evidencias y traducir medios de prueba pericial.
Quiñónez Reyna fue en dos ocasiones director de servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado. La etapa más reciente que tuvo esta responsabilidad fue en la década de los 90.
Señaló que esta área, de suma importancia en cuanto a la investigación sobre hechos criminales, no tiene espectofotómetro, equipos de rayos ultravioletas ni de infrarrojos, además de que las pruebas de rodizonato de sodio que realiza para detectar si alguien disparó o no un arma de fuego, es obsoleta. En su lugar, ahora se practica la prueba de absorción atómica “y eso no lo hacen aquí”.
Aseguró que el atraso en muchas de estas prácticas, equipo e infraestructura es de por lo menos una década, aunque en algunos de estos rubros es de hasta dos décadas.
—¿Entonces estamos hablando de equipo y de personal?
—Así es. No están certificados para actuar como tal, como peritos, pero también que falta equipo de rayos ultravioleta, infrarrojos, visibles, tampoco los tienen certificados para procesar indicios o evidencias.
—No basta entonces con haber estudiado criminalística o criminología.
—Claro que no, deben tener certificación, y eso lo da el gobierno federal y la Secretaría de Educación Pública, y ninguno está certificado para ejercer como tal, como perito.
—Esto tiene un impacto devastador en cuanto a la investigación del delito.
—Claro, porque no hay investigación realmente científica.
—¿Entonces cómo le hacen?
—La hacen de manera primaria, precaria o de manera presuntiva.
—Y a esto se le agregan índices de impunidad, corrupción y complicidad, parece no haber salvación.
—Así es, exactamente. Además, el Instituto Estatal de Ciencias Penales debe elevar su nivel, sin duda.
—¿Cuál es el problema? ¿Falta de voluntad, de recursos?
—Creo que es falta de interés en invertirle al área pericial para que sea científica su investigación sobre indicios y evidencias.
—¿Cómo defines la persecución del delito si no hay esta base científica?
—Arcaica.
Datos duros
De al menos 10 años el retraso en periciales.
De 2008 a la fecha: mil 900 millones de dólares autorizados por EU para México.
