El alfil de Malova para el 2016

Malova y Aarón Rivas. Proyecto continuista.
Malova y Aarón Rivas. Proyecto continuista.

Finalmente, el único cambio en el gabinete del gobernador Mario López Valdez, que pudiera tener impulsos de trascendencia, es la incorporación de Moisés Aarón Rivas Loaiza a la secretaría de Economía. Los demás pueden ubicarse como una batida normal de fichas de dominó después de cada partida, donde las apuestas son de mazote por baratas. Lástima por alguno que igual se sube a un burro que a un avión, lo cual, en la visión común de nuestros políticos, no enaltece.
No fue, como había dicho el gobernador, mejorar el servicio que se ofrece a los sinaloenses el motivo de los cambios, sino el reacomodo de sus propias aspiraciones frente a las elecciones de 2016. Así, en la secretaría de Economía se concentró un primer escarceo en el marco de la próxima sucesión. Por un lado, Roberto Ramsés Cruz —nieto del legendario general Roberto Cruz, quien como inspector general de policía en tiempos de Plutarco Elías Calles se encargó de dirigir el fusilamiento del padre Miguel Agustín Pro— un secretario hiperactivo en los últimos meses que no ocultó sus pretensiones de competir por la gubernatura y cometió el error de hacerlas demasiado evidentes.
“El que se mueve no sale en la foto”, dijo alguna vez Fidel Velázquez, pero Roberto Cruz se creyó en otra época. Al final, su salida tuvo un tono amargo para él que puede resumirse en sus declaraciones donde acusa al secretario General de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros, de haberlo golpeteado para sacarlo de la jugada y de advertir que fue “blanco de un escarnio político y mediático”. Pero sobre todo en una declaración compasiva del gobernador al referirse a su excolaborador: “no quiero  lastimar a Roberto”. Uf.
Ya se veía venir la incorporación de Aarón Rivas al gabinete de Malova, quien consideró públicamente al expresidente municipal de Culiacán como una “revelación política”. Pero no es por eso, sino porque Rivas Loaiza encaja perfectamente en un proyecto continuista de los poderes fácticos de Sinaloa, los mismos que han estado ampliando sus espacios de control desde que López Valdez llegó a la gubernatura.
Al incorporarse en ese nivel de la administración malovista, Aarón Rivas concentraría dos elementos clave a la hora de las definiciones en una contienda interna por la gubernatura: por un lado, su filiación priista lo colocará de manera natural en el arrancadero 2016 y, por el otro, el apoyo de la estructura gubernamental de Sinaloa, de pálidos matices panistas, pero matices al fin, dividiría las querencias del partido para cualquiera que fuera su candidato. Un escenario nada despreciable para un partido, el del presidente de la República, que desea recuperar la gubernatura.
Falta mucho tiempo para eso y si de la noche a la mañana se han caído aspiraciones, en tres años pueden pasar muchas cosas. Pero esa es la motivación del gobernador al incorporar a Aarón Rivas a su gabinete: decirle al Gobierno federal que, siendo priista, Rivas Loaiza tiene el apoyo del gobernador. Y sería, no se dude, un final soñado para Malova.
Por otro lado, es evidente que los cambios más importantes son los que no se dieron. Antes, a Oralia Rice la sacó de la secretaría de Turismo porque no daba resultados, pero nada distinto puede decirse de Francisco Córdova Celaya y en el aire quedó una motivación externa al funcionamiento del gabinete, y esta fue el pleito que la hija de Humberto Rice traía con el entonces alcalde Alejandro Higuera.
En esta ocasión Malova pudo aprovechar la ocasión para sacudirse secretarios que han sido cuestionados por su desorden administrativo y evidenciados por sus manejos turbios, pero nada de eso tocó. Con un secretario de Finanzas siempre cuestionado hasta por sus propios compañeros de gabinete, un secretario de Salud que cada vez se hunde más en el descrédito, con un jefe de la Unidad de Transparencia que no mira ni lo que tiene enfrente, un procurador de justicia leonino… los cambios realizados son más bien una burla, sobre todo porque se habían estado anunciando como una “sacudida”.
Y entonces, el mensaje que se infiere al sacar a Roberto Cruz para incorporar a Aarón Rivas, es que un funcionario puede malversar fondos del erario, pero no puede manifestar sus aspiraciones políticas. Es decir, que puede robar, pero calladito la boca.
Bola y cadena
DIJO EL DIABLO HIGUERA, cuando le cuestionaron porqué había aceptado un cargo tan de bajo nivel (la dirección del Conalep) que igual se sube a un caballo que a un avión. En realidad, considerando el presupuesto de esta dependencia, se subió a un burro.
Sentido contrario
EL ASESINATO DE Javier Sámano Bazúa parece un eslabón más de la ola de crímenes que apuntan hacia el gran fraude cometido en contra de la Comisión Federal de Electricidad y que llevó a la Auditoría de la Función Pública a fincar responsabilidades a funcionarios de la misma paraestatal y a miembros del Poder Judicial.  Pero esa es solo una hipótesis. Algo tendrán que decir los condecorados investigadores de la policía Ministerial.
Humo negro
HASTA ENTRADA LA NOCHE DEL viernes seguía siendo un misterio el motivo por el cual decenas de soldados tomaron por salto el restaurante Mar & Sen, antes El Farallón. Lo cierto es que llegaron buscando a un personaje del cártel de Sinaloa. Que se les peló.

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