CIUDAD DE MÉXICO (Excélsior).- Indubitable, Jorge Luis Preciado, coordinador del PAN en el Senado, aseguró que las fiestas que organiza al interior de la Cámara Alta proseguirán: “las vamos a seguir haciendo, como los hemos venido haciendo durante el año, aquí en el patio de la Junta de Coordinación Política”.
Hizo ver además que este tipo de eventos lo han hecho senadores de todas las fracciones políticas en diversas fechas sin problema alguno; informó que sólo cubrió de su bolsa 2 mil 500 pesos por la reunión de este martes en donde sólo hubo “quince invitados” y alcanzó a precisar, eso sí, que él no pagó los mariachis.
Quejándose de que el ágape del cuatro de febrero “fue muy cortito”, de sólo cuatro horas según su dicho, el también presidente de la JUCOPO en la Cámara Alta rechazó que haya festejado en su cumpleaños a su esposa, como le han tachado. “Mi esposa se ofendería si piensa que le voy a festejar en un patio”, minimizó.
Preciado Rodríguez tardó 75 minutos en arribar sobre la hora de la cita con los empleados del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado, que había citado a las 15 horas. Sus colaboradores más cercanos adujeron que venía de Querétaro donde fue invitado a la vez, a la ceremonia conmemorativa del 97 aniversario de la Constitución de la República.
El senador panista por Colima desestimó versiones en el sentido de que agasajar al personal de la Jucopo -acompañado de su familia, y su esposa que este martes cumplió años-, haya sido un asunto personal. “Es cumplir con una tradición”. Es más, subrayó que él siempre ha cumplido su palabra y que si se sacó el muñeco en enero pasado “pues también tengo que cumplir”, ratificó.
A los que le han criticado severamente su accionar por este festejo, Jorge Luis Preciado los desestimó.
Yo respeto lo que diga cada persona. La realidad es que nosotros aquí en México, si sacas un mono tienes que cumplir y bueno, en este patio que generalmente utiliza todo mundo para llevar a cabo sus festejos y pertenece a la Jucopo pos ha sido utilizado así y no nos genera ningún conflicto”.
En la comida que le diera “de mi bolsillo” a los empleados del Grupo Parlamentario del PAN, este miércoles, ya no hubo música –“los mariachis callaron”- y sólo hasta el final de la taquiza a algunos de los cuarenta invitados (entre ellos solo llegaron los senadores panistas Salvador López Brito y Francisco de Paula Búrquez Valenzuela, quienes literalmente comieron y se fueron) recibieron una cerveza. Preciado sólo tomó refresco de naranja frente a los medios.
