Los Mochis, Sinaloa.- El cabildo de Ahome y el gabinete del alcalde Arturo Duarte García renunciaron hoy al finiquito laboral de fin de trienio.
Y es que liquidaciones que ascienden a los 9.5 millones de pesos que se autopagó el alcalde saliente, Zenén Aarón Xóchihua Enciso y casi 50 de sus funcionarios escandalizaron a la sociedad hasta el repudio de sus ahora ex autoridades.
Éste justificó: “Ante los antecedentes de los últimos días, en un ejercicio de responsabilidad, en Ahome buscamos ser ejemplo de congruencia y transparencia en el ejercicio del servicio público. La firma de hoy ante Notario, no es asunto de partidos ni de ideologías, es nuestro deber ante la ciudadanía que se encuentra cada vez más preocupada por el destino final de los recursos públicos. Con este ejercicio aceptado de forma unánime por todos los integrantes de este nuevo gobierno, garantizamos más y mejores inversiones en beneficio de la gente”.
La firma a la renuncia de la liquidación se dio ante el Notario Público Antonio Vega Ibarra, la carta fue signada por los funcionarios, regidores y el propio presidente municipal, quien dio lectura al documento en donde se cita que renuncian de manera voluntaria al derecho de ejercitar cualquier acción en contra del Ayuntamiento al terminar su servicio, a fin de que no erogue los finiquitos, que según cálculos financieros ascenderían alrededor de los 15 millones de pesos.
Duarte García subrayó que con esta acción Ahome esta poniendo el ejemplo hacia el resto de los municipios de Sinaloa y quizás del país.
La firma de la carta compromiso se desarrolló en el salón de cabildo de palacio municipal, donde el presidente estuvo acompañado de su esposa Michelle Balderrama Hays, presidenta del Sistema DIF Ahome.
El alcalde dijo que la obligación de renunciar al finiquito trianual será extendida a nuevos funcionarios, en caso de renuncia de los actuales funcionarios”.
El regidor, Gilberto Irazoqui Galaviz consideró que de acuerdo con la ley, queda claro que ni los funcionarios ni el cabildo deben de recibir bono por el fin del ejercicio de tres años. “Quizá no sea del agrado de todos, pero es una obligación la aplicación de los recursos de ahorro, como debe ser”.
