Los Mochis, Sinaloa.- la sangre corrió de nuevo en el norte de la entidad, pues en la víspera del fin de semana dos personas murieron. Una de ellas era una jovencita.
Ella fue identificada como Heidi Paola Bufanda Anaya, quien contaba con 19 años de edad, y residía en Batamote, Guasave.
Estaba en su casa cuando llegaron sujetos armados y la mataron, alrededor de las 18:30 horas de este sábado.
Familiares de la joven escucharon las detonaciones y cuando llegaron a la casa la encontraron sangrando. Pénsaron que estaba viva y la trasladaron a un hospital, en donde certificaron el deceso.
Media hora antes, en el campo Esperanza, El Fuerte, comunidad que por la mañana y el medio día había sido blindada con centenares de policías de las diversas corporaciones policiales y militares, porque el gobernador, Mario López Valdez había trasladado su programa “Gobierno en Movimiento”, un hombre maduro fue asesinado frente a su familia.
Él fue identificado como Humberto Quintero Ruiz, de 38 años de edad y quien era conocido por el apodo de “El Chaco”.
Convivía en la fiesta de su hija cuando arribaron sujetos armados para llevárselo.
Se opuso, corrió buscando ponerse a salvo, pero le dispararon hasta quietarle la vida.
Además de estos hechos de sangre, la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que las dos personas encontradas sepultadas en una fosa clandestina en las inmediaciones del campo pesquero El Jitzámuri fueron reclamados por los deudos.
Los fallecidos fueron identificados como las personas que en vida respondían por Cutberto Edel Valenzuela Valdez y Ángel Escobar Verduzco, de 22 y 20 años de edad, respectivamente.
Estos habían sido privados de la libertad el seis de enero. Poco menos de 20 días después, los dos jóvenes fueron encontrados sepultados en una fosa clandestina.