Atentados en El Cairo dejan al menos 5 muertos; 4 de ellos policías

Al menos cuatro personas murieron en la explosión ocurrida frente a la sede de la policía en el centro de la capital egipcia.
Al menos cuatro personas murieron en la explosión ocurrida frente a la sede de la policía en el centro de la capital egipcia.

El Cairo (LA JORNADA). Un atacante suicida se inmoló el viernes en un coche bomba en el estacionamiento de unas instalaciones de alta seguridad en El Cairo, causando la muerte de al menos cuatro personas, en uno de los peores ataques contra el Estado egipcio en meses, dijeron autoridades.
La explosión registrada a primera hora de la mañana alcanzó a la Dirección de Seguridad de El Cairo, que incluye a la policía y seguridad estatal, y la columna de humo era visible en la capital, lo que generaba temor a que la insurgencia islamista esté ganando terreno.
Por otra parte, un dispositivo explosivo mató a un policía e hirió a otros nueve en otro barrio de la capital egipcia, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado.
La tensión aumentaba también en otras partes de la ciudad, que ha registrado numerosas protestas y violencia en las calles desde que el Ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en julio, luego de protestas masivas contra su Gobierno.
Feroces enfrentamientos se desataron entre seguidores de Mursi y las fuerzas de seguridad en la calle que conduce a las Pirámides de Giza, donde se reunieron unos 2 mil islamistas.
También se reportaron enfrentamientos el viernes en las ciudades de Suez, Ismailia y Alejandría y Beni Suef, donde una persona murió, dijeron fuentes de seguridad.
Horas después del primer ataque con bomba, se produjeron otras dos explosiones menores en la capital.
Un dispositivo explosivo mató a un policía e hirió a otros nueve en un barrio de la capital egipcia, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Fuentes de seguridad dijeron que una persona que pasaba conduciendo entre vehículos de seguridad lanzó una granada de mano en su dirección.
En Giza, un distrito amplio en las afueras de El Cairo, se produjo una tercera explosión cerca de una comisaría. No hubo reportes inmediatos de víctimas.
os muertos en la primera explosión incluyen a tres policías, según fuentes de seguridad. La televisión estatal citó al Gobernador de El Cairo diciendo que 50 personas fueron heridas.
El ataque también dañó severamente las inmediaciones del Museo de Arte Islámico, informó un funcionario a la agencia estatal de noticias.
En un comunicado, la oficina del presidente Adly Mansour indicó que “vengará las muertes de los mártires” que murieron en la Dirección de Seguridad y que castigará a los culpables.
Turbulencia política y violencia
Testigos de Reuters escucharon disparos después de la explosión, que afectó las ventanas de las tiendas cercanas. Había escombros de madera y metal esparcidos a cientos de metros en las inmediaciones.
Un cuerpo cubierto con una sábana yacía en medio de un charco de sangre junto a un motor de auto destrozado.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad por el ataque, que fue un día antes del tercer aniversario de la revuelta que derrocó al autócrata Hosni Mubarak y dio esperanzas de una democracia estable en la nación más poblada del mundo árabe.
En cambio, la actual turbulencia política y la violencia en las calles ha perjudicado duramente la inversión y el turismo en Egipto, que tiene un tratado de paz con el vecino Israel y controla el estratégico Canal de Suez.
Luego de destituir al presidente elegido democráticamente Mursi de Hermanos Musulmanes, el jefe del Ejército, general Abdel Fattah al-Sisi, reveló una hoja de ruta política que aseguró que llevaría a elecciones y traería la calma a Egipto.
Las fuerzas de seguridad han matado a cientos de miembros de Hermanos Musulmanes y encarcelado a otros miles, incluidos sus máximos líderes.
El Gobierno respaldado por el Ejército ha retirado efectivamente al movimiento de la política y muchos egipcios se han vuelto contra los Hermanos Musulmanes luego de un año de problemático mandato de Mursi.
No obstante, las autoridades están teniendo problemas para contener la violencia de militantes islamistas. Extremistas con sede en el Sinaí incrementaron los ataques contra las fuerzas de seguridad desde el derrocamiento de Mursi, matando a cientos de personas, por lo que la transición política se ha demorado.
Los ataques en otras partes de Egipto también han aumentado, generando temor a que el país pueda enfrentar una insurgencia islamista similar a la que padeció en la década de 1990.

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