A horas de asumir la alcaldía, Carlos Felton detectó que no todo es tranquilidad en el puerto
La continua comisión de delitos en la ciudad ha llevado al alcalde de Mazatlán, Carlos Felton González, a hacer un llamado al secretario de Seguridad Pública, Pablo Andrés Hernández Lizárraga, a dar el extra y reforzar la seguridad.
“Para seguir trabajando en esos índices que todavía nos hacen ruido y seguir garantizándole al mazatleco una ciudad tranquila”, indicó.
No se puede tapar el sol con un dedo, es verdad que Mazatlán está catalogado como el destino turístico familiar número uno porque se han logrado abatir los índices de inseguridad que se tenían hace tres años, pero no se ha erradicado por completo, señaló.
“No podemos negar que existe todavía robo de vehículos, que existe robo a comercio, que existe una banda que me la acaban de reportar, que opera en motocicleta y está asaltando abarrotes y que las mujeres que andan en la calle también peligran porque les arrebatan los bolsos”, agregó.
En contraste, a una semana de concluir su administración, Alejandro Higuera sostuvo que casi había hecho un milagro al devolverle la seguridad a la población mazatleca y que en el puerto se respiraba tranquilidad.
Al término del evento de entrega de patrullas a la corporación local el hoy exalcalde presumió la inversión en capacitación, equipamiento, vehículos y armas que le permitían dejar una Policía mejor posicionada y con buenos resultados.
Pero el 2 de enero de este 2014, a Felton ya le estaban reportando la comisión de delitos y la presencia de la banda que mantiene azorados a los comerciantes.
“Lo que es la delincuencia, por llamarlo de alguna manera, de bajo impacto, pero que no deja de ser delito, la instrucción mía al secretario de Seguridad Pública es que tenemos que poner el extra”, expuso.
Con el fundamento de contar con una ciudad tranquila, agregó, se trabajará en los tres ejes de gobierno que se ha propuesto.
El desarrollo humano, urbano y el económico, en ese orden de importancia para el alcalde, son los pilares de la administración; los tres sustentados en la seguridad pública.
La premisa es que nada se podrá lograr en Mazatlán si no se consigue mantener los niveles mínimos de seguridad.
“Estos tres ejes están sustentados en que en Mazatlán haya seguridad. Si sustentamos mis tres ejes con seguridad, integrar a la familia y evitar que niños y jóvenes se no vayan por el camino equivocado, y si crecemos con orden estaremos generando las condiciones adecuadas para que empresarios e inversionistas vean a Mazatlán como un destino seguro, planeado, con buenos servicios y con posibilidades de hacer negocio”.
No pudo confiarme
“En cierta medida podemos hablar de que Mazatlán está tranquilo, no pudiendo ocultar que existe delincuencia; hay en algunos sectores de la ciudad brotes y lo tenemos bien identificado”, asentó.
Con actividades deportivas, culturales y las enfocadas a la integración familiar, se trabajará en la prevención de delitos de las colonias donde hay ese tipo de situaciones.
“Estoy consciente de que no es con más policías ni con más armamento, ni con más patrullas, ni con más represión como lo vamos a conseguir (bajar más los índices delictivos)”, explicó.
Se hará involucrando a niños y jóvenes en temas de responsabilidad social, indicó, integrándolos en su entorno escolar y familiar, quitándoselos a la delincuencia.
Mazatlán sí es un destino turístico seguro, sí ha logrado recuperar sus índices de ocupación, se ve durante Carnaval, Semana Santa, Semana de la Moto, en todo el verano, se recuperaron cruceros; es una señal inequívoca de que Mazatlan va bien… “pero no podemos bajar la guardia, yo no puedo confiarme”, expuso.
Mazatlán depende del turismo, la inversión depende de la seguridad y de los servicios; en Culiacán puede haber asesinatos de alto impacto, y los tomates y las berenjenas siguen creciendo y los productores exportando, comentó.
Su hombre de confianza para conseguirlo es Pablo Andrés Hernández Lizárraga.
“Por supuesto, no puedo pasar por alto los datos duros que dicen que Mazatlán va bien; te doy un dato adicional: el día 31 de diciembre en Mazatlán tuvimos saldo blanco (…) lo único que hubo fue algunos accidentes automovilísticos menores”, reportó.
Un alcalde que ya no controla el Cabildo
El panista dice que recibió un Mazatlán con un gran reto: el de crecer con orden, de darle empleo a los mazatlecos, con el de mantener y mejorar los índices de inseguridad y lanzar a la ciudad a otro nivel.
Si tuvieron que pasar 400 años para llegar a 600 mil habitantes; en los próximos 10 se llegará al millón, estimó.
Advirtió que políticamente está ante un Cabildo que ya no es controlado por el presidente municipal.
“Recibo un Ayuntamiento conformado por un Cabildo donde ya el alcalde no los controla, ya el alcalde no tiene el control férreo que tuvieron algunos alcaldes anteriores porque la composición política en el estado y las alianzas han cambiado esta figura”, asentó.
Felton González le apuesta al diálogo para que apoyen sus propuestas.
“Políticamente es un Ayuntamiento diferente, considero que para bien, porque tener un Cabildo oprimido, que solamente obedece los designios y deseos del alcalde, podemos caer en el riesgo de que el alcalde se equivoque y el Cabildo con él”, consideró.
Confió en que a partir de su gestión no existan más alcaldes que controlen Cabildos, sino que haya más regidores que controlen las decisiones que se tomen en beneficio de Mazatlán.
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