Temblor de 8.2 grados pone en pánico a más de 50 millones de mexicanos y deja alrededor de 60 muertos

El temblor más fuerte que se tenga registro en la historia, 8.2 grados en la escala de Richter, sacudió la capital mexicana y el sur-sureste del país la medianoche del jueves  provocando la alarma y el pánico en más de 50 millones de mexicanos que sintieron los efectos del movimiento telúrico. El epicentro del terremoto se ubicó 123 kilómetros al suroeste de la ciudad de Pijijiapan, Chiapas, a una profundidad de 33 kilómetros.

El sismo ocurrido la medianoche del jueves puso en vilo a casi la mitad de la población mexicana, pues encima de la amenaza de ciclones y huracanes y las torrenciales lluvias que azotan los Estados del Centro y Sur en la costas del golfo y el pacífico. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico alertó sobre la posibilidad de que se registren olas generalizadas y peligrosas de maremoto en las costas de México y Guatemala.

Hasta el cierre de esta edición las cifras preliminares oficiales reportaban 60 fallecidos, de los cuales 45 decesos han ocurrido en Oaxaca; 12 en Chiapas y tres en Tabasco. Los daños materiales se concentran en la zona del Istmo de Tehuantepec, donde se localiza la zona limítrofe entre ambos estados.

En Ciudad de México el temblor sacudió los edificios y monumentos y tras encenderse las alarmas sísmicas, sacó de sus domicilios a cientos de miles de capitalinos que quedaban sorprendidos ante la fuerza del terremoto que estremeció por espacio de tres minutos a la capital del país.

Miles de capitalinos, muchos de ellos con ropa de dormir huían de los edificios y unidades habitacionales al escuchar la alerta sísmica que advertía a la población —un minuto antes— el registro del temblor que se aproximaba a la capital mexicana.

A pesar de la experiencia vivida hace 32 años con el sismo de 1985, el pánico volvió a apoderarse de familias completas que se apropiaron de las calles y se abrazaban para protegerse de la amenaza y el impacto del fenómeno que igual movía el pavimento, cables de luz, semáforos y edificios que en momentos parecían abrirse o venirse abajo.

De repente, se escuchaban estruendos  como detonaciones de juegos pirotécnicos, aunque después se confirmó que eran transformadores que estallaban el tiempo que se sacudía el subsuelo y los cables de energía. Minutos después se anunciaba la suspensión de clases en el sistema educativo básico de la ciudad de México, Chiapas y Oaxaca,  esto, para verificar o descartar los daños en la infraestructura.

Lo que al principio anunciaba un ligero temblor, terminó paralizando el tráfico de las principales arterias viables del primer cuadro de la ciudad y avenidas como Paseo de la Reforma —en pleno distrito financiero—, donde conductores, sorprendidos se bajaban de los carros porque el vaivén del asfalto no les permitía avanzar. En algunos sectores de la ciudad se interrumpió el servicio de luz eléctrica y en cuestión de minutos, los ejes viales, calles y avenidas de la capital permanecieron bloqueadas por la multitud de personas que esperaban el paso del temblor.

El Servicio Sismológico Nacional reportó en una primera instancia una magnitud 8.0, pero minutos más tarde la rectificó a 8.2., puntaje que le dio la categoría del más duro temblor que se tenga registro en la historia del país.

Especialistas del Centro Nacional para la Prevención de Desastres, informaron que la diferencia que hizo disminuir el impacto de los daños en la urbe mexicana es que el epicentro estuvo esta vez 100 kilómetros más retirado de la ciudad de México, y en lugar de ser trepidatorio, el del jueves a la medianoche fue un sismo oscilatorio, que supone menor peligrosidad por la forma en que se desplazan las ondas sobre el subsuelo.

Daños preliminares

El Centro Nacional de Prevención de Desastres, refiere que hay por lo menos  mil 700 viviendas afectadas;  700 escuelas; 18 edificios públicos afectados,  centenares de comunidades y colonias de poblaciones urbanas se encuentras sin servicios públicos y al menos doce de las carreteras federales y estatales reportan  daños  de leves hasta severos que han dejado sin comunicación algunas regiones esta región.

Hay poblaciones como Juchitán, Arriaga, Pijijiapan,  donde el paisaje es desolador  debido a los estragos que ocasionó el sismo en casas y edificios públicos principalmente en Juchitán donde se vino abajo el Palacio Municipal y cientos de casas semi destruidas por el fuerte movimiento telúrico que sacudió el subsuelo.

Hasta la noche del viernes continuaba la alerta emitida por el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Carlos Valdés, quien dio a conocer que luego del sismo de anoche, se espera una réplica de 7.2 grados que podría sentirse en la Ciudad de México.

La dependencia recomendaba las poblaciones de Ciudad de México, Guerrero, Tabasco, Puebla, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Estado de México e Hidalgo, “no bajar la guardia” ante la posibilidad de continuar con la actividad sísmica en esta parte del país.

Asimismo, se reportó que en menos de 24 horas de ocurrido el temblor de mayor intensidad en la historia, se han registrado más de 400 réplicas, 15 de estas arriba de cinco grados en la escala de Richter.

Al respecto el Instituto de Sismología de la UNAM con sede en Michoacán, descartó que  pueda advertirse sobre nuevos temblores en los próximos días porque la tecnología más avanzada no permite predecir los temblores con anticipación como se hace. Sin embargo, recomendó mantenerse en alerta porque no se descarta que sigan registrándose nuevos sismos incluso con la intensidad del ocurrido la medianoche del jueves.

Es el sismo más grande y de mayor dimensión que se ha registrado en los últimos 100 años. (…) La magnitud de este sismo fue mayor que el del terremoto de 1985”, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto. Confirmó que tres personas fallecieron en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y dos más en Tabasco, como consecuencia de los daños provocados por el sismo.

En entrevista con TV Azteca, el presidente dijo que debido a la distancia del epicentro las afectaciones en Ciudad de México fueron prácticamente nulas, a diferencia del terremoto de hace 32 años. El epicentro se registró en Pijijiapan, al sur de Tonalá, Chiapas, a unos 700 kilómetros de distancia de la capital del país.

El presidente aseguró que el sismo de 1932 fue de 8.2 grados Richter. Se espera una réplica superior a los 7 grados, por lo que existe declaratoria de emergencia en 122 municipios de Chiapas  y otros 41 municipios de Oaxaca ante posibles impactos, siendo la región del Istmo de Tehuantepec la más afectada y donde se registran daños mayores daños a la infraestructura eléctrica, de agua potable y carreteras.

Peña Nieto informó en su cuenta en la red social Twitter que se activaron de inmediato los protocolos de protección civil, en conjunto con el Comité Nacional de Emergencias. “Las dependencias del Gobierno federal tienen indicaciones de reunirse de inmediato, para monitorear, evaluar y tomar acciones por sismo”.

El sismo también se notó en la mayor parte de Guatemala, donde no se reportaron víctimas o daños.