Malova supera en cinco años, los homicidios del sexenio anterior y arriba a una cifra histórica
Cuándo salió de su casa, Teresa no se imaginó que la muerte estaba de ronda por su cuadra; le cortaron el cuello mientras regresaba de la tienda el domingo de la semana pasada; ahora ella forma parte de las 6 mil 634 personas que han sido asesinadas en la actual administración de Mario López Valdez. Esta es la cifra más alta de asesinatos dolosos en la historia de Sinaloa, en un sexenio que aún le falta once meses por concluir.
Los huesos fríos de esa mujer se convirtieron en cifras que calan profundo en la base de datos de la Secretaría Nacional de Seguridad Publica. En lo que va de este gobierno en Sinaloa, el homicidio de Teresa fue el número 6 mil 609, cifra roja para Malova, que terminó con su discurso de homicidios a la baja, porque es el mismo número que hasta hace unos meses aparecía en el registro de los asesinatos cometidos en el sexenio de Jesús Aguilar, que hasta entonces tenía el record.
Hay quien dice que ha visto muertos moverse, es una reacción del sistema nervioso, y si los muertos tienen movimientos, las cifras también. Hasta el viernes pasado, el Sistema Nacional de Seguridad pública tiene contabilizados 6 mil 600 homicidios dolosos cometidos del 2005 al 2010; 22 menos registrados que los que se presentaron en el Plan Estatal de Desarrollo de esta administración.
La cifra que maneja la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa también es distinta, ellos tienen registrados en ese mismo periodo, 6 mil 626 homicidios dolosos.
Con estas cifras, el actual sexenio es el más violento en la historia de Sinaloa. Desde 2011 hasta el 25 de enero de este año se cometieron 6 mil 613 asesinatos en el estado, cifra en la que sí coinciden el Sistema Nacional de Seguridad y la PGJE.
El domingo 25 de enero, eran las 3:30 de la tarde cuando la muerte visitó la calle Francisco Chiquete en la colonia Libertad de Expresión, en Mazatlán. En ese sector vivía Teresa —como fue identificada por sus vecinos—, quien tenía alrededor de 70 años.
Desde temprano, un hombre —en el lugar fue identificado como Gaspar— llegó y se sentó en la esquina de la cuadra, se mantuvo sigiloso “como si estuviera esperando a su víctima”, relataron testigos; vio cuando Teresa salió de su casa, llegó a la tienda donde compró algunos artículos que ya no pudo llevar hasta su mesa.
De regreso a su casa, a poca distancia de ella, Gaspar la sorprendió cortándole la garganta con un arma blanca para luego salir huyendo; Teresa, con la sangre brotándole del cuello trató de seguirlo, pero solo logró avanzar alrededor de 10 metros, cayó al suelo y murió desangrada.
En lo que va de esta administración los hechos sangrientos no se han detenido. Han sido asesinadas mujeres como Teresa, menores de edad, policías municipales, estatales, elementos de corporaciones federales de seguridad y hasta activistas sociales.
Hacer de Sinaloa un estado menos violento fue una de las banderas de campaña de Malova, pero la realidad tiene cifras, que “mañosamente” han sido usadas para justificar un discurso alentador, comparando las cifras de cada año con el 2010 —el año más negro en la historia de Sinaloa—, para justificar que los asesinatos van a la baja, cuando la realidad es que a unos meses de que termine esta administración, ya superaron la pasada.
“Le hemos invertido dinero a la seguridad, hay estrecha colaboración con las fuerzas federales, no le hemos rehuido a la delincuencia, esa ha sido la característica de mi gobierno”, defendió López Valdez el lunes pasado, al ser cuestionado sobre el alto índice de asesinatos.
Durante esta administración se han invertido alrededor de 12 mil millones de pesos en materia de seguridad pública, donde ha destacado la compra de armamento que el gobernador ha presumido hasta en documentales de Discovery Channel, así como vehículos para patrullaje, uniformes y aumento de sueldo para los policías.
Entrevistado en un evento del PRI, el ex gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, reconoció el esfuerzo que Malova ha hecho durante su administración para combatir la violencia en el estado, “hay que seguir trabajando para tener una mejor seguridad pública… esto es un fenómeno mucho más global, mucho más complejo”.
Las cifras mañosas
Malova tiene razón cuando dice que los “índices van a la baja”, si comparamos con el 2010, cuando hubo 2 mil 241 homicidios dolosos, pero si hacemos los comparativos año con año, la realidad es distinta al juego de números que han manejado en esta administración.
En el primer año de gobierno malovista hubo mil 906 homicidios dolosos, tres veces más comparados con los 610 que ocurrieron durante el mismo periodo aguilarista.
En la administración pasada los índices aumentaron a partir del tercer año de gobierno, en el 2008 hasta llegar al fatídico 2010; mientras que en el gobierno de Malova pasó lo contrario: los primeros tres años fueron muy altos, mientras que han ido bajando dando un pequeño repunte a partir del último semestre del año pasado.
En los últimos años los índices de violencia han bajado a nivel nacional, pero Sinaloa se ha mantenido dentro de los primeros lugares por el alto número de homicidios dolosos cometidos.
De acuerdo con las estadísticas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa en su página de internet, durante los primeros tres años del gobierno malovista se cometían un promedio de 3.3 asesinatos diarios.
