Cuen ganó perdiendo. La derrota de Héctor Melesio ante Quirino Ordaz es imposible de cambiarla a través del litigio poselectoral. No tiene futuro. Sería más recomendable que el ex candidato saliera de su silencio y reconociera al ganador de esta contienda. Hablaría de su talante democrático y aun así habla.
Y es que cosa curiosa, es martes cuando escribo este artículo, y no he visto que ninguno de los candidatos a gobernador, lo haya hecho, ni siquiera quienes tuvieron porcentajes ínfimos. Esa falta de cortesía política encierra mucho del talante de nuestros políticos que se desgañitan en las campañas pero se pierden en la derrota.
Sienten que hacerlo los degrada, los humilla, les perjudica en futuras empresas electorales. Pero no, hacerlo mostraría los valores democráticos de lo que están hechos los políticos.
Pero yendo al punto del segundo partido más votado. Los resultados de la candidatura de Cuen son buenos, porque se encuentran en los niveles de 2012, cuando fue en coalición por una posición en el Senado de la República.
En aquella ocasión, en mancuerna con el panalista Fernando González, obtuvieron 189 mil votos y, ahora, como PAS alcanza un poco más de esa cantidad.
Sin embargo, los que le votaron a Cuen Ojeda gobernador, no todos les votaron a los candidatos pasistas a diputados y presidentes municipales. Hay una brecha ancha entre unos y otros. Efecto claro del voto cruzado ya instalado en nuestras rutinas electorales.
Aquellos, si bien mejoraron lo obtenido en 2013, no deja de ser moderado el incremento. Sus triunfos en Angostura y Cosalá fueron con candidatos desprendidos o cercanos al PRI. O sea no con los propios, los universitarios, y eso desmerece un poco sus triunfos.
No obstante, los números que traen entre los candidatos a diputados, donde todos serán de representación proporcional, permite pronosticar que será superior a los tres que tiene en esta legislatura. Cinco, quizá seis.
Esto representa una segunda fuerza legislativa. Poco agraciada porque coincide con los 22 triunfos de mayoría del PRI, lo que significa que puede gobernar en solitario. Así, termina con ello el ciclo de los tres periodos de gobiernos sin mayoría que representó no pocos problemas para alcanzar mayorías en iniciativas del ejecutivo.
Ahora, el PRI y sus aliados naturales tendrán control sobre el Congreso con 24 diputados (dos por la vía proporcional).
La pregunta que muchos se hacen es qué va a pasar con Cuen Ojeda. No ganó la gubernatura y lo debe estar pasando mal anímicamente. No es un político que asimile bien las derrotas. Y quizá eso explica que ha salido a declarar que va a pedir que se revise la elección. Lo cierto es que no basta con quererlo, hay procedimientos legales que cubrir.
Entonces, su destino está en que ¿desplazará a Víctor Antonio Corrales Burgueño de la Secretaría General del partido?, ¿Empezará la campaña por una curul del Senado de la República?, o aprovechando la reelección en la UAS ¿Se postulará de nuevo a la rectoría? ¿Permanecerá como líder moral del PAS?, incluso, en el remoto caso, ¿Aceptaría dirigir la SEPyC, u otra posición, si Ordaz Coppel se la ofrece?
No le faltan opciones de promoción al ahora ex candidato. Aunque sale derrotado, es un candidato rentable políticamente. Ahora vive el duelo de la derrota. Sufre del dolor de la pasión política.
Sin embargo, tiene grandes desafíos por resolver: qué dejan las lecciones de esta elección, a partir de ahora ¿que pasará con el PAS?, ¿seguirá siendo un partido universitario personalizado y sin una vocación regionalista?, ¿no se replanteará la relación del PAS con la UAS que tantos señalamientos negativos le ganó y al final no le aportó más que los mismos votos de siempre?, ¿no revisará su liderazgo en clave democrática que estimule la democracia interna y emerjan nuevos liderazgos?
Son preguntas no irrelevantes, sustantivas para este partido local, si quiere aprovechar que es la segunda fuerza política en el estado. No es poco lo ganado. Ha desplazado al PAN como segunda fuerza y contribuido a reducir el sistema de partidos. PES, PT y quizá hasta su aliado partido Movimiento Ciudadano, perderán el registro estatal y eso va significar que las prerrogativas se incrementen. Que los partidos sobrevivientes tengan mayores recursos económicos. Que se puedan desplegar a lo largo y ancho del estado con su labor política.
En fin, las elecciones ya ocurrieron, viene la etapa de la reflexión en los partidos y el camino de la justicia electoral. Cuen y el PAS no pueden estar ajenos.
El camino que tomen será decisivo para conocer su siguiente
