Hay una regla indispensable en política que es la congruencia. No se puede decir una cosa y hacer otra distinta. Porque el que lo hace se desfigura, se vuelve su propia negación y pierde inmediatamente credibilidad.
Es lo que sucede hoy con el PAS, pues por un lado sus seis diputados, entre ellos la esposa de Cuén Ojeda que es imposible se haya equivocado en ese voto unánime, votaron a favor del incremento diferenciado del Impuesto Sobre Nómina (ISN) de 2.4 a 3 por ciento, y el restablecimiento en la política de ingresos de 2017, del cobro de la tenencia de autos que dormía el sueño de los justos, mientras sus dirigentes, perdón su dirigente, Héctor Melesio Cuén Ojeda, en forma inesperada apareció en conferencia de prensa para decir que su partido, así con literalidad, estaba en contra de lo que habían votado a favor sus diputados.
¿Qué hizo cambiar de opinión al líder y poner en una situación al menos incómoda, penosa, vergonzosa a los diputados pasistas?, que con ese pronunciamiento su líder los desacredita en la toma de decisiones.
O en todo caso, si hubo desacato de la línea política de los diputados del partido, debería terminar hasta con la expulsión, pero evidentemente nunca sucederá, porque no hubo desacato sino simplemente un cambio de vías en este partido personalista, donde solo se escucha la voz de su líder y los diputados son solo una correa de trasmisión de sus intereses.
Entonces, lo más probable es que no esperaba la reacción de los empresarios que se han ido con todo, llamando traidores a los partidos que han apoyado el incremento diferenciado al ISN, y no menos estruendosas son las reacciones de exponentes de la clase media que estallaron en las redes sociales contra el pago de la tenencia.
Habrá quienes lean interesadamente la conversión del PAS y hasta justificarán diciendo que obedece a que los diputados pasistas deciden con autonomía, que son libres como el viento, vamos, que toman las decisiones con autonomía de su líder, quien apechuga ante quienes pulsan el terreno y deciden como votar por el bien común.
La otra, es que el líder del PAS se asustó al ver el engendro que significa prestar servicios al PRI, pues ha develado ipso facto, lo que había sido un misterio sobre lo que ha llamado cogobierno entre el PAS-PRI.
Es decir, poner cuando se necesite los seis votos legislativos a cambio de lo que muchos sospechamos: que drene más recursos a la Universidad-partido y que la reelección de Guerra Liera en la rectoría de la UAS pase sin mayor trámite, aun cuando el Congreso del Estado debería resolver la iniciativa de reforma de la ley orgánica de la casa de estudios, presentada por profesores y estudiantes con el fin de restablecer la legalidad y garantizar la autonomía de la institución educativa.
Pero mientras son peras o son manzanas, todo mundo en las redes y medios impresos u orales, empieza a señalar a los que han sacado adelante la última iniciativa malovista, que al final busca no preparar el terreno a Quirino Ordaz, sino proteger a Malova sobre el que pesan varias demandas ante la Procuraduría General de la República.
Claro, oficialmente se dice tartamudeando, como sucedió con Aarón Rivas, presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, cuando lo encaró el líder de la Coparmex, quien le dijo que la recaudación impuesto no es para ordenar las finanzas públicas, sino estimular el empleo, invertir en salud, bla, bla, pero lo cierto es que es una decisión mal vista por la mayoría de los ciudadanos, que están viendo una tapadera del mal manejo en las finanzas públicas de Malova.
Y ese concierto de voces no hace distinciones de ningún tipo, ve en la decisión un intento de borrón y cuenta nueva. Dejar atrás, como una tropelía más sin castigo, el enriquecimiento de muchos funcionarios del gobierno malovista que dicho en palabras de la Coparmex, actuaron con “ineficiencia, deshonestidad e irresponsabilidad”, véase el eufemismo para no decirles corruptos.
En definitiva, el voto artero de los diputados pasistas y la corrección de la plana de Héctor Melesio, que deja fríos a los legisladores, y desconcertados a muchos ciudadanos, con la sonrisa socarrona de otros, más el encabronamiento de los más, es la mejor muestra de lo que se hace en política cuando no hay apego a principios y es decisiva la palabra de una sola persona.
Vamos, como dice una profesora universitaria, con esta contradicción el PAS enseñó el cobre.
Así de simple.
