Manuel Clouthier así de claro, lo dijo en 2004, cuándo manifestó su apoyo a su cuñado Heriberto Félix Guerra, para que fuera candidato del PAN a la gubernatura del estado, lo que acabó con los rumores de que el hoy diputado federal electo se postularía para el mismo cargo.
Y así empezó el proceso electoral más competido por la gubernatura del estado. Una diferencia de poco más de 11 mil votos que representaba el uno por ciento de la votación emitida, más un litigio poselectoral que duró hasta el día previo de la toma de posesión, que daba cuenta de lo cerrada que había estado la competencia.
Esta diferencia tan estrecha y la manera como se desecharon los supuestos, previsto en la entonces cláusula de nulidad abstracta, una figura que valoraba entre otras cosas la intervención del gobierno y las campañas negativas, le ganó un prestigio y un capital político que lo llevaría primero al Senado de la República como primera minoría, donde estaría prácticamente unos meses antes de que la suplente panista María Serrano, asumiera el cargo legislativo, y él se fuera como titular a la Secretaría de Desarrollo Social en el gabinete de Felipe de Calderón.
Incluso, estando en ese cargo, se le manejó como candidato a gobernador en 2010, pero esperó las definiciones panistas de 2012 que al final no le favorecieron.
¿Qué posibilidades tiene Félix Guerra de estar en la papeleta de 2016? Primero, tendrá que manifestar si así lo desea, no creo que Manuel Clouthier lo haya dicho sin haberlo consultado con él y su hermana, y luego decidirse entre ser precandidato del PAN, ya que apareció en una terna del CEN con Martín Heredia y Francisco López Brito, o buscarla por la vía independiente.
Entrar a jugarla en la terna significa que puede perder la nominación y aunque es un político más bien moderado, no faltarían los interesados que buscarían que fracasara en el intento, ya que de los tres es quien tiene mayores posibilidades de ser un candidato competitivo frente a un malovista, que por cierto lo son Heredia y López, o bien contra quien resulte por el PRI.
Es decir, no le conviene entrar en esa jugada porque la definición de la candidatura panista podría definirse no en los canales partidarios sino en el tercer piso del Gobierno del Estado.
Igual ser candidato independiente no será nada fácil, ya que además de que tendrá que cumplir requisitos nada sencillos, necesita una estructura estatal que lo apoye y está salvo algunas expresiones empresariales estarían por construirse.
Ya lo dijo Manuel Clouthier: recabar firmas y copias de credencial de elector no es nada fácil y si eso es difícil en un distrito electoral es multiplicado cuando se trata de todo el estado.
Entonces, es probable que Heriberto Félix Guerra sea candidato independiente que de suceder vendría a profundizar la crisis electoral que tiene el PAN, porque probablemente reeditaría lo sucedido en el distrito electoral 05 solo que redimensionado, que por cierto señala Clouthier nunca se afilió a ese partido, por lo tanto tiene manos libres para tomar su mejor opción política.
Y bajo ese paraguas los sinaloenses tendríamos probablemente al candidato del PRI, un malovista en el PAN, y dos candidatos independientes para gobernador.
Un escenario que desde ahora percibo que se polarizaría entre el candidato del PRI y Heriberto Félix Guerra. En el caso de quien postule el PAN no le veo posibilidades de crecimiento más allá de sus niveles históricos, incluso disminuidos, y el caso del otro independiente su pasado malovista no le permitirá crecer.
En suma, bajo estas coordenadas el escenario está montado y es muy probable que en estas candidaturas es poco o nada lo que pueda cambiar, quizá lo que viene es la lucha y negociación entre los grupos del PRI, que igual no veo por donde se vaya a romper nuevamente. No son los tiempos.
