El VIH, otra de las estampas de los centros de reclusión en Sinaloa

Actualmente en Sinaloa los Servicios de Salud proporcionan tratamiento a 879 pacientes que viven con VIH, de los cuales según los reportes de salud 32 personas están privadas de su libertad, aunque el director de Prevención y Readaptación Social Rigoberto Íñiguez Celaya tiene 35 casos registrados, en los tres centros penitenciarios del estado

Festejando el día de las madres y con el día soleado, hasta un lugar tan sórdido como la cárcel de mujeres de Mazatlán ofrece una estampa de cualquier festejo escolar. Unos cuantos niños corriendo por la plaza, otros en los brazos de sus madres, una pareja abrazada, bandejas de comida que entran y una larga mesa llena de regalos.

Solo la mirada inquisitiva de los custodios, y los límites que imponen para quien quiera salirse del área designada para el festejo recuerda que se está en un centro Penitenciario. Una decena de mesas circulares de a poco se van llenando de las presas recién bañadas y muy bien arregladas.

En esa misma cárcel, hay una reclusa que no celebró al lado de sus compañeras, es una de las dos mujeres privadas de su libertad que padecen VIH, la otra se encuentra en el penal de Culiacán.

La mayoría de los reclusos que tienen esta enfermedad son hombres, 14 están en el centro penitenciario de Culiacán, 13 en Mazatlán y tres más en los Mochis.

Íñiguez Celaya, explicó en entrevista telefónica que de manera constante en los tres penales del estado, la Secretaría de Salud a través del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capacits) están  haciendo “barridos” para detectar esta enfermedad y brindar el tratamiento requerido.

Dijo que la mayoría de los casos ya están recibiendo tratamiento a excepción de nueve personas pertenecientes a Culiacán, que por su reciente detección apenas empezarán a recibir los medicamentos.

—Familiares de algunos enfermos del penal de la zona sur, acusaron que tenían alrededor de 20 días que no recibían el tratamiento…

—No tenemos nosotros aquí reportes de que no se les esté dando su tratamiento. La Secretaría de Salud ha sido muy meticulosa en este sentido, precisamente para evitar un conflicto al exterior les están dando seguimiento personalizado a estos asuntos, y les están llevando su tratamiento de manera mensual como corresponde —respondió el director de Prevención y Readaptación Social del estado de Sinaloa.

—¿Ve el Sida como un problema que va creciendo dentro de los penales estatales?

—Lo que pasa que como va creciendo la población penitenciaria, pues bueno esto (VIH) al interior va creciendo, pero es por la gente que ingresa. Quiero ser muy respetuoso en ese sentido, no quiero decir que pudiera estarse extendiendo afuera, no, pero al interior de los centros penitenciarios a nosotros nos están llegando más casos por la misma población.

“Como nos están llegando más internos, nos llegan con esta enfermedad. Unos vienen ya con tratamiento de afuera, entonces lo único que se hace es retomar y darles seguimiento una vez que Capacits los ubica”.

La Secretaría de Seguridad Pública dio a Ríodoce un recorrido por el Penal de Mazatlán y una entrevista con el director de Prevención y Readaptación Social Rigoberto Íñiguez Celaya, quién reconoce que la sobrepoblación en las cárceles del estado sigue siendo uno de los principales problemas al que se tienen que enfrentar.

“Uno de los temas más complejos que tenemos a nivel nacional es la sobrepoblación y eso nos impide de alguna manera que se dé una atención más personalizada de la población”.

“Nosotros aquí en el estado tenemos aproximadamente una sobrepoblación de mil 200 internos distribuidos en tres centros penitenciarios, nos complica más la atención, y para el estado genera más gasto”.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos recientemente presentó un informe especial sobre las mujeres internas en los centros de reclusión de la República Mexicana.

El informe hizo señalamientos a los centros de Sinaloa, como que algunas reclusas refirieron haber sido víctimas de golpes por parte del personal del centro; deficiencias en las condiciones de ventilación e iluminación, así como de higiene y presencia de animales como cucarachas, ratas o moscas.

—En el informe de la CNDH dice sobre que en Sinaloa existe maltrato a las reclusas, incluso problemas de prostitución dentro de las cárceles de mujeres.

—Actualmente no tenemos ese problema, se les está dando un trato completamente digno. No nos consideramos nosotros como autoridades penitenciarias que tienen ese problema.

—Entonces ¿cree que la CNDH hizo un informe generalizando los problemas de los penales a nivel nacional?

—Derechos Humanos todos los años nos visita y no se nos había presentado esto, ellos atienden muchas denuncias, no tanto de la visita que viene, sino denuncias que llegan allá y bueno hacen su análisis. No dudamos, nunca hemos dudado nosotros de la honorabilidad de ellos.

“Ven el panorama nacional y de eso sacan, y bueno a la hora de los análisis pues salen de años anteriores. Yo creo que en todas las entidades federativas hemos ido atendiendo los problemas que se están generando en el afán siempre de brindar un mejor servicio”.

—Hablando de los penales tanto de hombres como de mujeres, uno de los problemas históricos ha sido la no reinserción de los ex convictos.

—Este es un tema bien complejo porque la misma sobrepoblación nos dificulta más poder aterrizar, poder llevar en un cien por ciento el programa de reinserción, aun sin embargo durante lo que va del sexenio del señor Gobernador se han estado haciendo inversiones muy fuertes para este rubro.

“Se ha mejorado la capacitación de los internos, estamos buscando abrir más fuentes de trabajo al interior, pero también se han estado mejorando los controles de acceso a los centros penitenciarios con mejor infraestructura y mejores custodios con una capacitación continua”

—¿Cómo considera que están los índices de corrupción dentro de los penales del estado?

—Los índices de corrupción de acceso a los centros penitenciarios se están bajando significativamente, estamos estableciendo medidas de control más estrictas a través de sistemas de video vigilancia que son monitoreados.

“Hemos atendido cada día con mayor fuerza, hemos facilitado los mecanismos para que las personas que visitan tengan acceso a su credencial y bueno pues la capacitación tanto del personal de custodia como del personal administrativo juega un papel bien importante en la atención”.

—Parte de este problema de corrupción es el uso de celulares dentro de las cárceles.

—Como lo dije hace un momento, a través de los mismos protocolos que cada día se están formulando y aplicando de una manera más estricta, estamos disminuyendo precisamente el uso de teléfonos celulares y claros en las constantes revisiones que se hacen estamos bajando esto.

“Representa dos enfoques, porque si hace uno revisiones y no lo manifiesta que los encontramos, pues dicen nunca encuentran nada ¿no?, y si los encuentras y lo dices, aseguran que está lleno.

“Actualmente se están mejorando los sistemas de inhibición, no por nosotros el estado sino por la propia federación, que está estableciendo los mecanismos para evitar que desde el interior de los centros penitenciarios se hagan llamadas”.

“Pero es la misma federación a través de la conferencia nacional, sistema penitenciario, los que están estableciendo los mecanismos para evitar el uso de telefonía celular”.

Elena Azaola, psicoanalista y antropóloga mexicana, estudiosa de temas penitenciarios y de justicia penal recientemente realizó un informe para el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) donde dice que el 65 por ciento de las cárceles de México están controladas básicamente por grupos criminales.

Íñiguez Celaya, aseguró que no es el caso del estado, que en Sinaloa el control de los centros penitenciarios lo tiene el gobierno estatal a través de la Secretaría de Seguridad Pública y quienes representan los penales.

—¿No hay ningún grupo criminal que tenga algún manejo de los distintos penales en Sinaloa?

—En todos los centros penitenciarios a nivel nacional son diferentes personas que ingresan de diferentes grupos, entonces por ese solo hecho representa un riesgo entre ellos, yo creo que nosotros aquí en el estado estamos muy al pendiente de que estos grupos al interior no tengan contacto entre sí, para que no puedan generar algún daño.

“Actualmente nuestra población penitenciaria está tranquila, no cantamos victoria sobre esto, porque estar en un centro penitenciario donde existe sobrepoblación  es susceptible de problemas al interior”.

Íñiguez Celaya mencionó que asignan en módulos diferentes a los diferentes grupos para que no se den inconvenientes entre éstos en el interior de los penales.

Actualmente 32 personas privadas de su libertad en Sinaloa padecen VIH