Secuestrador sustituto

 

engracio
BOLETINADO. Exhibición pública, sin pruebas contundentes.

 

Acusado sin pruebas para cerrar un caso de secuestro

 

 

El joven Luis Engracio Robles Beltrán tenía aspiraciones de convertirse en licenciado en relaciones comerciales por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Para lograrlo se empleaba como cocinero en un restaurante de sushis, pero por artimañas de la Unidad Especializada Antisecuestros (UEA) acantonado en esta ciudad terminó preso, acusado de ser parte de una célula de secuestradores que había privado de la libertad a un contador.

Para él, el Grupo Antisecuestros lo convirtió en un chivo expiatorio, y su familia terminó destrozada, exhibida públicamente como parte de un clan dedicado a traficar con la vida humana.

Para Leobardo López Castro, el abogado defensor, su cliente Luis Engracio es un sustituto del real secuestrador que burló las labores de inteligencia del grupo antisecuestro y de las acciones de los de reacción inmediata; una persona utilizada como un eslabón inventado para cerrar un caso de secuestro, y terminar con la crítica social.

El caso quedó bajo instrucción del juez Cuarto Penal, Francisco Eng Pérez que le asignó el folio 379/2014, que a su vez derivó en el juicio de amparo directo 1021/2014 en el Juzgado Séptimo de Distrito y en la revisión del proceso 293/2015, instancia concluyente del auto de formal prisión decretada por el tribunal local.

Sentado en una doble  litera de cemento, en una carraca de no más de dos metros de ancho, en donde chocan las rodillas de los presentes, el Ingra, como lo conoce la población penitenciaria, cuenta su historia que comenzó a las 18:30 horas del 26 de noviembre del 2014, cuando patrulleros preventivos fueron utilizados por el Grupo Antisecuestros para interceptar la camioneta que su madre conducía a casa.

Luego de identificarse, los antisecuestros lo esposaron y condujeron a una casa de seguridad. Al día siguiente ya estaba en el Cecjude, acusado del secuestro del contador José Esteban López, perpetrado el 20 de agosto del 2014.

Entonces inicia su defensa. Se entera de que es acusado de secuestro y que el cargo lo imputa Luis Enrique Torres Portillo, mejor conocido como el Bigotes, originario de El Fuerte, que lo señala por el seudónimo del primo Luis de otro implicado, Bernabé Robles Figueroa, el Berna, y que es descrito como güero, flaco y cacarizo.

Otro acusado, señala vagamente al primo Luis, pero no describe ni reconoce a Luis Engracio como éste.

Con una imputación directa, el juez dicta la orden de aprehensión, sin tener los suficientes elementos de prueba, pues una acusación no es fundamental, sino que se requieren dos señalamientos, además de probanzas que tampoco existen en el expediente, reseña la defensa.

En careos posteriores, la víctima ni los coacusados de Luis Engracio lo identifican como el sujeto que según la Unidad Especializada Antisecuestros cuidaban al secuestrado.

Peor aún para la unidad especializada, el testigo de cargo niega conocerlo y asegura que el nombre lo pusieron los antisecuestros en su declaración y que él firmó bajo tortura sicológica.

En tanto Bernabé Robles Figueroa desmintió ser primo de Luis Engracio, aunque son coterráneos, y aceptó que su primo es otra persona.

El problema jurídico para Luis Engracio, según la defensa, es que los antisecuestros lo metieron de la nada como secuestrador sustituto para cerrar el caso, mientras que la proyectista subsanó los errores técnicos de la UEA e interpretó las declaraciones de los coacusados, en tanto que el juez solamente firmó el proyecto de auto de formal prisión creyendo a ciegas en su secretaria.

“De esta forma, un inocente está en la cárcel, desde hace ocho meses”, resuelve López Castro.

La versión oficial

La Unidad Especializada Antisecuestros (UEA), logró desarticular una banda de plagiarios y extorsionadores que operaba en el norte del estado, capturando a nueve de sus miembros.

Cinco de ellas fueron detenidos en flagrancia delictiva cuando cobraban el dinero producto de extorsión a un empleado de una constructora, a quien en días pasados habían secuestrado.

El comandante “Julio”, Coordinador General de la UEA, informó que los detenidos recientemente se encuentran Luis Enrique Torres Portillo, mejor conocido como “El Bigotes”, de 35 años, originario de El Fuerte y, Marco Ramón Chón Rocha, (a) “El Chón”, de (20), de Los Mochis, Ahome,  Bernabé Robles Figueroa, “El Berna”, de (22), de San Blas y, Luis Engracio Robles Beltrán, de (19), también de la localidad de San Blas.

Son acusados de cuidar y vigilar a la víctima mientras se encontraba en cautiverio.

Los hechos ocurrieron la tarde del día 20 de Agosto del año en curso, cuando la víctima se dirigía a su trabajo por la calle Bosque de Acacia y bulevar Manuel Ponce del fraccionamiento Villa del Bosque, en Los Mochis.

Secuestro: 20 de agosto del 2014

Liberación: 21 de agosto 2014

Extorsión:23 de agosto

Rescate pagado: 25 mil pesos

Extorsión: 125 mil pesos

Otros detenidos: Adolfo Flores Velarde, Jesús Rosario Camacho Aboyte, Marcos Missael Benítez Aboyte, Marco Antonio Benítez Chávez y, Julio César Limón González.

 

Fuente: UEA

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