Con flores lagrimas aplausos y un llamado a seguir luchando por los ideales de Atilano Roman, fue despedido el líder de los comuneros la tarde de hoy a las 5:10 horas en el panteón Renacimiento.
Alrededor del féretro los amigos, familiares y compañeros de lucha pedían a su líder que no los dejara,  que lo extrañarían por la batalla que durante casi 10 años había emprendido hombro con hombro para defender lo que consideraban justo.
El dolor doblegó a quienes no daban crédito a lo ocurrido.
De la noche a la mañana partió el hombre que encabezó movilizaciones en contra del Gobierno del Estado, en una cabina de radio recibió los impactos de bala que pusieron fin a su existencia.
Incrédulos vieron como las lágrimas rodaban para traerlos a la realidad, los que se resistían pedían que se tratara de una broma de esas que Atilano solía hacer.
Los gritos de dolor de la madre, la esposa y las hijas erizaron la piel e hicieron que cabizbajos los hombre rudos de campo también se abatieran al duelo.
El ex presidente municipal Alejandro Higuera, presente en todo momento, cercano a la familia de manera discreta, omitió las declaraciones.
El entorno patrullado por elementos policíacos dentro y fuera del camposanto cerca de la familia, las víctimas del delito cometido y de la impunidad, rondaron mientras las anécdotas de la lucha emprendida por Atilano Román no cesaban como queriendo traerlo de vuelta a fuerza de recordarlo.
Hubo eco al llamado que se escucho en voz de su hija; seguir con la lucha, no parar.
Al final, hubo aplausos para el hombre que alzó la voz, esa que fue acallada la mañana de sábado 11 de octubre a punta de pistola.