“¿Lo lamentas?”, “¿Por qué lo hiciste?”, le gritaban unas personas al sospechoso de matar a un policía en una emboscada en Pennsylvania mientras los oficiales lo escoltaban el viernes a su primera presentación ante una corte después de una cacería de siete semanas.
Eric Frein, de 31 años, se veía demacrado y golpeado y respondía sí o no a las preguntas mientras escuchaba a un juez leer la queja criminal que detallaba el ataque del 12 de septiembre donde mató al patrullero estatal Bryon Dickson e hirió de gravedad al agente Alex Douglass.
Frein no tenía abobado y no se le solicitó responder a la acusación de asesinato premeditado y otros cargos. El sospechoso, quien presentaba una lesión en la nariz y raspones en el pecho y sobre su ojo derecho, permanecerá encarcelado sin derecho a fianza. Tiene una audiencia preliminar programada para el 12 de noviembre.
El fiscal del distrito Pike, Raymond Tonkin, quien solicitará la pena de muerte, informó el viernes a los reporteros que la captura de Frein, el jueves, aportó un poco de tranquilidad a la región después de “una pérdida inimaginable de proporciones innombrables”.
La policía estatal informó que los oficiales están interrogando a Frein, pero no dio detalles de lo que les dijo o un posible móvil. El sospechoso, un experto en sobrevivencia, fue capturado en un hangar abandonado donde tenía cerca armamento de grueso calibre.
La captura de Frein puso fin a una cacería de 48 días a través de bosques impenetrables, complejas cuevas, escuelas y casas de descanso. En la búsqueda participaron cientos de agentes de las montañas Pocono del noreste de Pennsylvania y costó unos 10 millones de dólares, informó el teniente coronel George Bivens.
Al final, Frein se entregó alrededor de las 6 de la tarde del jueves a un equipo de policías federales que lo hallaron en el hangar a unos 48 kilómetros de las barracas rurales donde habría atacado a los patrulleros el 12 de septiembre.
La tranquila captura de Frein, quien se arrodilló y puso sus manos en alto cuando alguaciles se le acercaron, terminó con semanas de tensión y agitación en la zona, ya que las autoridades se vieron obligadas a cerrar escuelas, cancelar eventos al aire libre y cerrar carreteras para perseguirlo. Los vecinos se cansaron del zumbar de los helicópteros, mientras los negocios locales sufrieron fuertes pérdidas y las autoridades de la ciudad cancelaron un desfile popular de Halloween.
Pero tras la captura del sospechoso, las autoridades de Barrett Township inmediatamente anunciaron que los niños podían salir a pedir golosinas este viernes.
“Se siente bien saber que hay un tipo como este fuera de las calles”, dijo Gregory Kubasek, de 19 años, quien llegó hasta el cuartel para ver a Frein. (AP)
