Luego de que grupos rebeldes expulsaron al presidente yemení, Abed Rabbo Mansour, una coalición de 10 países, encabezada por Arabia Saudita, bombardeó puestos Huthi con el argumento de “defender al gobierno legítimo y proteger al pueblo”.
Washington no participa en los ataques aéreos de forma directa, pero sí los apoya, con el fin de evitar que fuerzas Houthi adquieran el control total del gobierno yemení.
Aunque después de esta embestida militar las fuerzas internacionales han recuperado el espacio aéreo, no descartan elevar las medidas contra los rebeldes. (AP)