Al corresponsal jefe del “Washington Post” en Teherán, encarcelado desde julio, se lo acusó oficialmente de espionaje y otros dos cargos. A EEUU la acusación le parece “absurda”.

El corresponsal jefe del Washington Post en Teherán, Jason Rezaian, ha sido acusado por el Gobierno iraní de recopilar información interna y sobre la política exterior iraní y proveerla a “individuos con intenciones hostiles”, así como de colaborar con “Gobiernos hostiles” y hacer “propaganda”. Así lo ha asegurado hoy (20.04.2015) la abogada del periodista. El Tribunal Revolucionario que se encarga del caso de Rezaian no ha divulgado aún oficialmente los cargos presentados contra el corresponsal, detenido en la prisión de Evin, famosa por ser el lugar de encarcelamiento de presos políticos, desde el pasado 22 de julio.

El Departamento de Estado estadounidense dijo no tener constancia oficial de que las autoridades iraníes hayan presentado cargos contra Rezaian. No obstante, la portavoz en funciones del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo hoy (20.04.2015) que, si las informaciones son ciertas, “esas acusaciones son absurdas”, y el reportero “debería ser liberado inmediatamente y los cargos retirados”. Según la abogada defensora del Rezaian, los cargos presentados contra el periodista derivan de su trabajo en una historia sobre el país para ser publicada en su medio.

“Jason es un periodista y la naturaleza de su profesión es obtener acceso a información y publicarla”, explicó Ahsan, quien negó que su cliente haya accedido a información clasificada para compartirla con terceros. El director del Washington Post, Martin Baron, aseguró que los cargos contra Rezaian son “absurdos e insultantes” y pidió que se retiren todos las acusaciones contra él y su esposa, Yeganeh Salehi, en libertad bajo fianza. (Deutsche Welle)