Maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) paralizaron la entidad con 20 bloqueos carreteros y retuvieron 13 camiones de empresas transnacionales.

Los mentores también tomaron tiendas departamentales en las distintas regiones del estado, así como bancos y dependencias gubernamentales, mientras el titular de la Comisión Nacional de Seguridad CNS), Renato Sales Heredia, y el gobernador Gabino Cué, presidían en esta capital la Reunión Regional Sureste de la Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública.

Por su parte, un grupo de encapuchados que participó en la marcha para conmemorar el 47 aniversario de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, lanzó bombas molotov y destruyó el cajero automático del Banco Santander localizado en las instalaciones de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.

En otra marcha, decenas de anarcopunks causaron destrozos en las agencias de automóviles Chevrolet y Mazda, así como en tiendas de la cadena Oxxo, luego de lo cual 52 de ellos fueron detenidos por la policía a tres cuadras del palacio de gobierno.

Por separado, la Sección 22 calificó de exitosa la jornada de lucha magisterial de este viernes, que consistió en un paro de labores y diversas acciones, aunque no lograron el diálogo con el gobernador Gabino Cué.

“El plazo se venció y Gabino Cué nunca llegó. Gabino Cué faltó nuevamente a su palabra, dio muestras de cerrazón y de no atención. Responsabilizamos al gobierno del estado y al gobierno federal de lo que suceda a partir de este momento, porque el plazo venció para instalar una mesa de negociación”, destacó.

La Comisión Política de la Sección 22 informó que alrededor de las 2 de la tarde, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó al secretario general Alfonso Gómez Sandoval para solicitarle que frenaran los bloqueos carreteros. Los maestros le plantearon la mesa de negociación, pero ante la negativa decidieron continuar con su “jornada de lucha”.

“Por eso responsabilizamos al gobierno del estado que ha cerrado sus puertas y ha tenido oídos sordos a las demandas del movimiento magisterial, y hemos decidido seguir de frente con las acciones que la asamblea estatal vaya estructurando a partir que hoy”, puntualizaron.

En el marco de la conmemoración de la masacre en Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968, los maestros realizaron un paro laboral, el primero desde que el gobierno del estado asumió la rectoría del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

Los momentos de tensión se dieron principalmente en el Monumento a Juárez, donde aquellos retuvieron la patrulla 16207 de la Policía Federal con cinco elementos, que fueron liberados después de la intervención del jefe divisional de la Gendarmería, Manelich Castillo Cravioto.

Otro momento crítico se vivió en el crucero de Hacienda Blanca, donde los maestros bloquearon la carretera principal y a unos metros los policías antimotines amagaron con el desalojo.

Mientras tanto, agentes municipales realizaban recorridos para tomar fotografías en escuelas de esta capital, con el fin de reportar que planteles sí abrieron y cuales participaron en el paro de maestros.

Los profesores tomaron en esta capital 15 vehículos de las empresas transnacionales Coca cola, Romasa, Yakult, Cerveza Indio y Office Depot, y una patrulla de la Policía Federal (PF).

Los bloqueos se realizaron en los cruceros de Hacienda Blanca, el Monumento a Juárez, en el IEEPO, la caseta de Huitzo y Ocotlán, donde fueron retenidos 3 vehículos: uno de ICA, uno de Petróleos Mexicanos (Pemex) y un camión torton.

La terminal de almacenamiento de Pemex fue resguardada por la PF, al igual que el aeropuerto.

Los bloqueos se extendieron a las zonas mazateca, el Papaloapan, Mixteca, Istmo y Costa, donde los maestros también tomaron tiendas departamentales, bancos y casetas de cobro.

El gobierno del estado reconoció que 70 % de las escuelas del estado permanecieron cerradas, y el director general del IEEPO, Moisés Robles Cruz, insistió que “se aplicarán descuentos a trabajadores de la educación faltistas y se buscará proteger a docentes que a pesar de su voluntad de acudir a clases, fueron obligados a no hacerlo al encontrar cerrada la escuela”.

De su lado, el gobernador Gabino Cué expresó la plena disposición de su administración para escuchar “con seriedad y respeto” los planteamientos de la organización sindical en materia educativa y laboral.

“No existe ningún fundamento o motivación para que los trabajadores al servicio de la educación realicen acciones de presión, ni mucho menos movilizaciones que afecten la convivencia social y el orden público, a través de bloqueos carreteros”, puntualizó.

Finalmente, hizo un llamado a la dirigencia y bases magisteriales para trabajar por el progreso del estado desde la educación. En Oaxaca como en México, dijo, existe una nueva realidad educativa que exige al magisterio y a los tres órdenes de gobierno, resultados y acciones concretas que mejoren los procesos de aprendizaje y que dignifiquen las condiciones de funcionalidad de los centros de enseñanza en las ocho regiones del estado.