Paulo Roberto Costa, ex jefe de la refinería Petrobras, confesó que hubo un soborno de cerca de 636 mil dólares, como parte del intento de vender la empresa brasileña a una refinería en Texas.
El empresario que fue encarcelado en marzo por lavado de dinero, ha estado cooperando con información, y su confesión sobre el soborno fue difundido en diversos medios de Brasil, y en el mismo apunta a altos políticos de Brasil, mismas que han sacudido la oferta de reelección en octubre de Presidenta Dilma Roussef.
El gobierno de Brasil posee el 51 % de Petrobras. En abril, el senado de Brasil inició una investigación a alegaciones que la empresa ha pagado demasiado para una refinería de petróleo en Pasadena, Texas en 2006. En aquella época el presidente Roussef era un miembro de consejo de la empresa cuando se pagó 1.7 mil millones de dólares para la refinería y hasta ahora ha amortizado 500 millones de dólares sobre el valor de la inversión. Roussef ha negado tener conocimiento sobre los supuestos sobornos que se han realizado contra la petrolera brasileña.
La policía también investiga 20 mil millones de dólares en transacciones entre Petrobras y firmas de construcción con la empresa Lima, la Refinería ubicada de Recife, Brasil. Costa ha sostenido estos datos en los que además acusa a legisladores de ambos partidos, de que recibieron comisiones del tres por ciento sobre el valor de los contratos firmados por Petrobras mientras él sirvió como el director de refinería de 2004 hasta 2012.
Dos periódicos de Brasil, divulgaron que entre 25 y 50 autoridades y senadores han sido llamados a confesar. En marzo se abrió una investigación a empleados de Petrobras que implica la cifra de 139 millones de dólares en sobornos del proveedor holandés SBM, empresa que fue contratada por Costa por el suministro de equipo y contratos que perforan.
El mes pasado, SBM basado en Países Bajos incluyó una provisión de 240 millones de dólares para un establecimiento de investigaciones en prácticas impropias de las ventas en varios países. Petrobras se ha convertido en la compañía petrolera más endeudada en el mundo. Su deuda a largo plazo creció a 126.5 mil millones de dólares hacia el final de marzo, de 90.6 mil millones de dólares un año antes. (Eje Central)
