Las autoridades saben quiénes son los grupos delincuenciales que mantienen en vilo a los habitantes de la zona serrana del sur del estado.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado tiene nombres, apodos, domicilios, la forma de operar y conoce las áreas por las que se mueven los delincuentes, pero no los han detenido.
El argumento del secretario de Seguridad Pública del Estado, Genaro Robles Casillas, es que no hay denuncias contra ellos y no han podido ubicarlos en flagrancia.
Los grupos ya identificados son los que están generando la violencia en Concordia y Rosario, y que han provocado el desplazamiento de cientos de familias de sus lugares de origen.
Uno de los grupos se hace llamar Los Valvuleños o Los Válvulas, porque son originarios del poblado La Válvula, en Concordia, cerca de Pánuco.
Fuentes de la Fiscalía General del Estado señalan que Los Valvuleños, serían los responsables de emboscar y asesinar a tres maestros de telesecundaria en El Cuantantal, el 5 de mayo pasado.
También están vinculados con el homicidio de tres empleados de una empresa minera, en abril pasado en el poblado La Guayanera.
El otro grupo opera en Rosario y es dirigido por Israel Morales, alías el Vago, un ex elemento del Ejército originario de la comunidad Los Ángeles, en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, ubicado en los límites con Sinaloa.
De acuerdo con Robles Casillas, estos grupos han cometido asesinatos y son quienes extorsionan, roban y cobran piso a las empresas mineras, ganaderos y agricultores de la zona.
Las dos células sostienen constantes enfrentamientos con los rivales y con elementos de los tres órdenes de gobierno.
Estos grupos, señaló, se mueven a caballo o a pie por el tipo de terreno que existe, lo que dificulta a las autoridades llegar a las zonas donde operan.
Con elementos del Ejército han sostenido enfrentamientos en los que ha habido bajas de ambos lados.
“Tenemos nombres, tenemos apodos pero no tenemos rostros, porque no están detenidos por una cuestión muy sencilla, no hay denuncia; sabemos quiénes son, dónde viven, dónde están sus zonas de trabajo pero no hay ninguna denuncia”, dijo.
Justificó que no han podido detenerlos en flagrancia porque es complicado llegar a las zonas donde operan y además la geografía de esos lugares facilita que se puedan esconder.
Los municipios ubicados en los límites con Durango y Nayarit, mencionó, son zonas propicias para el cultivo y producción de drogas por las condiciones climáticas y son áreas ideales para ocultar laboratorios que producen drogas sintéticas.
La violencia generada por Los Valvuleños y la célula del Vago, ha causado el desplazamiento de 755 familias hacia la cabecera municipal y Mazatlán; y el cierre de minas.
Los grupos operan en los poblados Santa Lucía, La Capilla, Guayanera, Carrillo, Santa Rita, Potrerillos, Chirimoyos, La Petaca, Mesa del Carrizal y El Coco.
El titular de la SSP indicó que las familias dejan sus hogares por miedo y por la falta de trabajo debido a que las mineras cerraron.
Detalló que las empresas mineras sufren robo de maquinaria, cobro de piso y robo de material ya refinado.
En Concordia, los mineros se habían comprometido a reiniciar operaciones la semana pasada pero no lo hicieron.
Manifestó que en el municipio de San Ignacio, los desplazados son familias que vienen de poblados de Durango ubicados en los límites con Sinaloa.
Robles Casillas dijo que la inseguridad y el alto índice de homicidios en Sinaloa es un problema añejo que tiene que trabajarse de manera preventiva desde las escuelas y la familia: “Si no se toman las medidas de esa manera, ese problema va continuar”.
En mayo pasado, el entonces Director de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Concordia, Xicoténcatl Domínguez Cota, dio a conocer la presencia de esta célula en la zona.
El jefe policial dijo en esa ocasión que los delincuentes se dedicaban a extorsionar a empresarios mineros y habitantes de la zona. Y aseguró que implementarían operativos coordinados con elementos estatales y del Ejército, pero 10 días después fue removido del cargo.
