Rodeado de niños que se peleaban por chocar los puños con él, el popular Malova daba el banderazo de construcción de uno de sus más anhelados sueños. Era el tercer día de 2012 y Mario López Valdez comenzaba su segundo año de gobierno con la primera piedra de un proyecto que lo apasiona: el béisbol.
Después de eso, nada impediría que su sueño se concretara, ni siquiera lo impidió el hecho de que, con el paso de los años, la inversión casi se triplicó. La Academia y Museo del Béisbol de Sinaloa pasó en cuatro años de una inversión inicial de 90 millones de pesos a  una inversión final de 220 millones de pesos.
Pero en aquel entonces el sueño era muy diferente a lo que resultó. Los números eran exactos. Había un inversionista privado, un gobierno federal que daba el sí y un gobierno estatal que lo tenía solucionado con una bolsa de 2 mil 600 millones de pesos que se  pidieron prestados bajo el argumento de sacar a Sinaloa de la devastación.
Era un proyecto tripartito. La Comisión Nacional del Deporte aportaría 30 millones y con el megacrédito, Sinaloa pondría otros 30; Grupo Femsa, propietario en ese entonces de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, invertiría los 30 millones restantes y además, mudaría el Salón de la Fama del Béisbol de Monterrey a Sinaloa.
Pero nadie contaba con que pocos meses después, Grupo Femsa se retiraría de la inversión y entonces en los números todo cambiaría.
Con una copa de vino tinto en la mano, López Valdez pide un brindis en honor a su “hijo recién nacido”. Los presentes en la mesa se ponen de pie y elevan sus copas de tinto y vino blanco. Los aplausos retumban en el lugar. Es julio de 2016 y las Ligas Mayores de Béisbol (MLB) firman un convenio con Sinaloa que le dará sentido a la millonaria inversión.
Mientras los altos funcionarios de la MLB y Malova recorren el recién inaugurado Museo del Beisbol, José Luis Sevilla Suárez, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Sinaloa, admite en tono molesto el drástico incremento de la inversión. Explica que la gestión de los recursos faltantes y el paso de los años elevaron el presupuesto inicial en más de un 200 por ciento.
 
El suntuoso museo
Entre 2011 y 2015, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SDUOP) firmó 29 contratos de obra y seis contratos de supervisiones técnicas de obra que se distribuyeron en 15 licitaciones públicas nacionales, nueve adjudicaciones y 11 invitaciones a por lo menos tres proveedores, todo como parte del paquete que conforma la construcción del museo, academia y los campos de béisbol en el complejo deportivo.
En 2012, la obra recibió los primeros recursos con la aportación de 30 millones de pesos que destinó la Comisión Nacional del Deporte y se licitaron las primeras cuatro obras que las ganaron dos constructoras de Los Mochis, una de Culiacán  y una de Sonora, pero esta última se desistió de la obra y la SDUOP le adjudicó el contrato a una empresa de Culiacán.
Ese mismo año también se repartieron los 30 millones de pesos que se consiguieron con los recursos del megacrédito. Con ese monto se contrataron siete obras que se licitaron y adjudicaron entre contratistas de Sonora, Los Mochis, Culiacán y uno de Mazatlán.
Para 2013, ya sin la inversión de Grupo Femsa, los 30 millones de pesos que se habían programado inicialmente se cuadruplicaron y la inversión alcanzó 133 millones 243 mil 982 pesos, que llegaron a través del fondo Desarrollo Regional 2013.
Con este recurso se llevaron a cabo las obras que tuvieron los montos más altos de los cuatro años. Entre ellas, el Museo del Béisbol.
Para construir este recinto de tres pisos, en donde se puede observar una figura del difunto empresario Juan Manuel el Chino Ley y los beisbolistas mexicanos Héctor Espino, Fernando Valenzuela, Teodoro Higuera y Vinicio Castilla, se contrató a la empresa mochiteca Proteccma Construcciones, que elaboró la estructura metálica con una inversión de 11 millones 042 mil pesos.
La sonorense Opticretos se encargó de edificar los muros exteriores del edificio con 5 millones 284 mil 590 pesos; con Controles Administrativos en la Construcción, empresa de Culiacán, se contrataron 19 millones 121 mil pesos para terminar el edificio del museo y la sonorense Impulsora de Desarrollo Dinámico realizó la instalación de la museografía, una obra en la que se invirtieron 48 millones 391 mil 951 pesos, siendo este último el contrato más alto de los cuatro años.
En total, el Museo de Béisbol tuvo una inversión de 79 millones 190 mil 521 pesos, lo equivalente al 87 por ciento de la inversión inicial que se tenía contemplada para todo el complejo.
 
—De la inversión que se anunció en 2012, a lo que se informó hoy, esta es una obra en la que el recurso se incrementó drásticamente—, se le cuestionó a Sevilla Suarez, el pasado jueves 7 de julio, durante la inauguración de la Academia y Museo de Béisbol.
—Fue una obra que se incrementó porque desafortunadamente fue una obra que le fueron llegando los recursos poco a poco y básicamente eso es. Es una de las razones, si lo hubiéramos terminado en un tiempo con todos los recursos en la mano obviamente no hubiera habido incrementos. Toda la museografía, todo esto tomo tiempo (museo) no estaba proyectado en el momento que salió el proyecto. Había partes que no podían salir inmediatamente, como fue la museografía, tuvieron que reconectar un montón de cosas, se tuvo que detener para ver cómo adaptar el proyecto. Se fue haciendo en etapas porque el dinero no llegó.
 
Sin dinero que alcance
Además del alto costo del museo, los contratos del museo y la academia tuvieron ampliaciones de monto y se postergó la fecha establecida para su construcción por encima de la normatividad.
De acuerdo con los contratos de licitaciones públicas disponibles en el portal de Compranet e información proporcionada por el departamento de finanzas de la SDUOP, de entre los 35 contratos que integran la obra, diez contratos requirieron ampliaciones en el monto y en las fechas, pero ocho de estas ampliaciones de presupuesto y plazo se autorizaron violentando la Ley de Obra Pública de Sinaloa.
Y es que de acuerdo con el artículo 38 de la ley, la autoridad puede celebrar convenios para modificar el monto o el plazo fijado en el contrato, siempre y cuando la ampliación no rebase el 25 por ciento del monto y plazo pactado.
En un comparativo elaborado por Ríodoce, se detectó que el porcentaje de ley para montos se rebasó en el caso de Construcciones Rohz, empresa de Ahome, a la que se le amplió el monto en un 67 por ciento; Constructora e Inmobiliaria LM, constructora de Ahome que recibió una ampliación del 30 por ciento; Geotopoconstrucción, de Guasave, que tuvo una ampliación del 48 por ciento, y P&M Construccion y Urbanización, una culiacanense a la que se amplió el contrato en un 26 por ciento.
Y mientras otros contratos se mantuvieron dentro de la norma en cuanto a la ampliación del presupuesto, sí lo excedieron en el plazo de las fechas. Por ejemplo, Controles Administrativos en la Construcción, originalmente tenía un plazo de un mes pero la obra se llevó a cabo en 16 meses. En un segundo contrato de la misma empresa, el plazo pasó de tres meses a seis meses. Impulsora de desarrollo dinámico también tuvo una ampliación del 100 por ciento, al igual que Carlos Toala Camacho que pasó de un plazo 3 a 6 meses para terminar su obra.  Destaca el caso de Constructora e Inmobiliaria LM de Ahome, contrato al que además de ampliar el monto en un 30 por ciento, se amplió el plazo al 100 por ciento, pasando de 4 meses a ocho meses.
 
Por encima de la ley, la SDUOP también adjudicó contratos que violentan lo establecido en la Ley de Obra Pública de Sinaloa. Se trata de ocho contratos que se adjudicaron o se asignaron por invitación cuando legalmente el monto del contrato exigía que se realizara una licitación pública.
En dos de estos casos, la SDUOP explicó que en un contrato sí se llevó a cabo la licitación pero el concursante ganador se desistió de la obra, mientras que en el otro la licitación se declaró desierta por lo que legalmente la SDUOP está facultada para adjudicar.
Según se establece en el artículo 30 de la Ley de Obra Pública de Sinaloa, la autoridad puede contratar directamente la obra, sin licitar, siempre que el monto del contrato no exceda de diez mil veces el salario mínimo general de la zona económica. También puede emitir una convocatoria de invitación a cuando menos tres personas cuando el monto no exceda los 30 salarios mínimos.
Con información de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la cual muestra los salarios mínimos por área geografía de 2012, 2013 y 2014, fechas en las que se contrataron las obras, se calcularon los topes máximos de acuerdo con la ley para cada año y el resultado arrojó que se firmaron contratos que violentaron esta norma para el caso de Edificaciones Triana, empresa de Ahome; Perforaciones Bencomo, Constructora Marbus, Edificaciones Urbanas de Sinaloa, P&M Construcciones y Urbanización, empresas de Culiacán y Opticretos, empresa de Sonora, con la que en dos contratos se superó el monto legal.
 
Según explicó Vicente Urías López, director del Instituto Sinaloense del Deporte, adicional a la construcción de la obra, para la operatividad de la academia se consiguieron 14 millones de pesos que aportó la Conade, los cuales permitirán que la academia se mantenga en lo que resta del sexenio. Para el próximo año, el ISDE tendrá que conseguir alrededor de 20 millones de pesos para operar el recinto.
Sin embargo, luego de su inauguración el pasado 7 de julio y de la firma de convenio con la Major League Baseball (MLB), la academia deberá esperar otros meses más a que esta institución revise las instalaciones y determine si cuenta con las condiciones necesarias para sus estándares, en caso de no ser así, las modificaciones requerirán recursos adicionales. De forma extraoficial, personal del ISDE confirmó que la academia de béisbol y el museo permanecerán cerrados hasta agosto, en ese fecha podría abrir sus puertas el museo mientras que la academia podría comenzar a funcionar a mediados de septiembre.
 
Recuadro 1
Ampliaciones en contratos de 2012, 2013 y 2014

*Tabla elaborada con información de los contratos de licitaciones públicas disponibles en Compranet y los contratos finales proporcionados por la Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano.
 
 
 
Inversión en obra reportada por SDUOP
Conade                30 millones
Megacrédito     30 millones
Desarrollo regional 2013              133 millones 243 mil 982 pesos
Fondo estatal de Solidaridad 2014           10 millones de pesos
Total      203, 018, 913 millones de pesos
 
*También se canalizaron recursos a través del ISDE, Sepyc y SEDATU que suma alcanzan los 220 millones de pesos.