“Todo inicia a las 12:15 horas del Día de Muertos, cuando recibo una llamada de un número desconocido, pero por ser un número local contesté”, fueron las primeras palabras narradas por Roberto Montoya, maestro y locutor, víctima de extorsión virtual.

“Mi chip telefónico fue intervenido, según me dijeron los extorsionadores, empezaron a envolverme con palabras y me dijeron que recordara que tenía familia y que no hiciera algo por lo que pudiera arrepentirme”.

Después de la llamada, Roberto se vistió, tomó su celular y salió de su casa, en Culiacán. Se dirigió rumbo a Palacio de Gobierno, “me dijeron que no cortara la comunicación ni llamara a nadie, porque si no en ello me iba la vida”, razón por la que accedió a sus peticiones.

“Uno como sea, cuando se meten con la familia uno ya lo piensa, cuando me di cuenta que era un plagio ya era tarde, ya estaba en la jugada”.

A las 12:30 del día, y siguiendo las instrucciones que le dieron, el locutor sigue su camino hacia un centro comercial a comprar un teléfono celular para comunicarse con sus extorsionadores por ese medio y apagar el celular propio.

Después de haber comprado el móvil, Roberto se dirige a alquilar una habitación en un hotel en el Centro, por la calle Hidalgo de esta ciudad de Culiacán, su estancia ahí fue de un día, ya que la victima se registró con su nombre y al saberlo los extorsionadores le indicaron que tenía que marcharse de ahí.

El viernes 3 de noviembre por la mañana, le llaman a Roberto y le piden que salga del hotel, donde lo estaría esperando un taxi, “me dijeron que no intentara hacer comunicación con el chofer, porque estaba de por medio mi vida”. Solo le indicaron al taxista que lo dejara en el centro de la ciudad de Guamúchil.

Llegan a la calle Nicolás Bravo, de Guamúchil. Montoya al recibir la nueva llamada de los estafadores, les comenta que se ha quedado sin dinero y que ya quería volver a casa.

Los extorsionadores  optaron por mandarle una clave al locutor para que fuera a retirar 600 pesos en un banco, para hospedarse en otro hotel y para alimentarse.

Mientras Roberto se instalaba en la ciudad de Guamúchil, los extorsionadores le exigieron números telefónicos de amigos o familiares para pedir recompensa por él. Narra la víctima que les dio la información de algunos compañeros de trabajo a los que le pidieron 5 mil pesos a cada uno.

“Esas personas son buenas para interrogar a la gente, tuve que cantar, conté lo que hacía en la academia de la radio y de la comunicación. Le pusieron precio a mi cabeza, pedían 100 mil pesos”.

Los extorsionadores les llaman a la familia y amigos de Roberto para pedirle la cantidad acordada lo más pronto posible. Su foto en redes sociales se hacia cada vez más viral,  buscaban a ese hombre de pantalón beige y camisa azul, que nunca salía de su casa sin avisar a donde iba.

Montoya se hospeda en un hotel y espera una nueva orden. Solo, incomunicado y con un radio en mano rentado a un hombre de intendencia del hotel, permanece ahí hasta el día siguiente.

Al salir del hotel ya que había vencido su hospedaje, y sin dinero, los extorsionadores vuelven a mandarle 600 pesos, para buscar otro lugar donde quedarse y comprar unas vendas para taparse los ojos y atarse de pies para simular que estaba secuestrado.

Cuando el locutor se dirige a la tienda departamental a retirar el dinero, por sorpresa se encuentra a la amiga de una compañera de radio y le toma una foto al saber que lo estaban buscando, foto que ayudó para que lo localizaran y la Unidad Especializada Antisecuestro fuera a rescatarlo.

Roberto llega a la ciudad de Culiacán con el entusiasmo de ver a su familia, y se encuentra con su hermana. De acuerdo a la Unidad Especializada Antisecuestro, después de revisar el celular usado para la extorsión, las llamadas se realizaron desde el penal de Culiacán.

Roberto fue víctima de los extorsionadores, pero no fueron entregados los 100 mil que pedían por él.

“Creo que salieron perdiendo, les salió mal la jugada, me depositaron mil 200 pesos y yo prácticamente no gasté nada”.

Las extorsiones en Sinaloa son constantes. Son 42 los casos de personas extorsionadas de enero a lo que va del año, de acuerdo al Semáforo Delictivo, plataforma que arroja las estadísticas oficiales de reportes recabados en la Fiscalía General del Estado de Sinaloa.