Asegura que el sexenio actual concluirá un día después de los comicios federales
Nueve de cada diez militantes del Partido Acción Nacional (PAN) en Sinaloa se sienten traicionados por el gobernador Mario López Valdez, a quien esta fuerza política le llevó al poder pero cuyo mandato es de filiación priista, igual que los miembros de su gabinete, afirmó Roberto Cruz Castro.
El ex secretario de Desarrollo Económico del gobierno estatal, quien renunció en febrero de este año a la administración por tener diferencias con algunos de sus integrantes y luego de anunciar que aspira a ser sucesor de Malova, dijo que hay desgaste y una sucesión anticipada en el sexenio “del cambio”, cuyo último día será el 8 de junio de 2015.
“El balance la propia sociedad lo está juzgando de forma natural de día a día. El desgaste es evidente, pero creo que lo más importante no está en lo que podemos ver hacia atrás sino hacia adelante”, manifestó.
Actualmente y a pesar de la oposición de poderosos líderes de corrientes al interior de su partido, el también ex coordinador de asesores de la administración estatal está abocado a coordinar la Cruzada por la Unidad, que ha realizado actos entre el panismo, reunido a más de 700 militantes para promover la cohesión y el rescate del ADN —como él lo dijo— del panismo sinaloense.
Entre las actividades realizadas por la cruzada, que cuenta con el respaldo de connotados militantes como Jorge del Rincón Bernal, está la realización de una encuesta entre miembros del blanquiazul, cuya mayoría —alrededor de 5 mil 200—, están en contra de la imposición de candidatos y dirigentes, y no ven a López Valdez como su mandatario, sino como un traidor.
“Estamos contra un monopolio político en Sinaloa, que tiene casi 90 años y contando. Un monopolio que ha rebasado la forma de gobierno, de hacer política, de generar las condiciones económicas y educativas que Sinaloa demanda. ¿Por qué creemos que fortalecer al PAN fortalece a Sinaloa? Porque hoy este monopolio político, suceda lo que suceda o gobierne como gobierne, tiene pocas posibilidades de romper el actual régimen con la actual situación política de los otros partidos, incluido el PAN”, advirtió.
Si logran fortalecer al panismo, agregó, lo ubicarán en condiciones de competencia con el actual régimen, con el partido de enfrente, y ese monopolio político ya no va a tener los costos sociales que actualmente alcanza.
“El monopolio político es peor que el económico, porque nos afecta en lo educativo, seguridad, las condiciones de desarrollo para Sinaloa, y tiene costos altísimos, por eso debe terminar”.
—¿Te refieres al PRI?
—Claro, al que lleva casi noventa años gobernando.
—Pero el gobierno de Malova tiene una responsabilidad en la permanencia y fortalecimiento del PRI, de su regreso, con su indefinición aparente, pero que es una definición a favor del PRI.
—No hay ninguna indefinición. Hay una definición absoluta de Malova a favor del PRI, él mismo lo ha declarado. Te señalo dos declaraciones: cuando dice que el PRI tiene total apoyo de su gobierno, y cuando se le pregunta sobre qué puede esperar el PAN por haberle prestado las siglas y él contesto que el PAN puede esperar lo que ya le dio, la victoria. Y si nos ponemos a descansar el futuro de Sinaloa en el actual régimen, con este gobierno de mayoría priista difícilmente podemos aspirar a un cambio real.
–A los ojos de la ciudadanía y de uno como observador de la situación política estatal, parece no haber oposición al gobierno estatal y ustedes deben tener clara el reto de convertirse en una oposición, en un contrapeso.
-Definitivamente el hecho de haber prestado estas siglas refleja esta crisis de identidad en el PAN. Si te sientas con panistas de Sonora, todos te van a decir ‘aquí somos gobierno’, y si platicas con Durango dicen ‘aquí somos oposición’ porque el gobernador es de PRI, pero en Sinaloa hay una gran diferencia entre la militancia de a pie y cierta militancia cupular.

“En la de a pie, 88 de cada 100 panistas tenemos claro que somos oposición… 88 por ciento piensa que prestamos al partido y solo el 8 por ciento piensa que sí llegamos al poder. Prácticamente nueve panistas de cada diez se sienten decepcionados y usados, porque únicamente prestamos las siglas, o sea que ganamos la elección pero no llegamos al poder.
“Esto es lo que opinamos 5 mil 283 panistas, con número del registro de militantes, en los 18 municipios. Este censo que se levantó, que nosotros hicimos, nueve de cada 10 panistas, 91 por ciento, opinan que hace falta más unión y que no debe haber ciertos grupos, o sea la onda grupera que impulsan ciertos jefes en el partido es una práctica que no le gusta a la militancia de a pie.
“Muchos jefes de estos grupos hablan de que pueden poner 50, 100 ó 500 votos, pero nadie es dueño de la conciencia de los ciudadanos libres, de los panistas, es una práctica denigrante comprometer el voto a favor de o en contra de… la militancia merece respeto”.
Cruz Castro aseguró que entre los resultados de esta encuesta, cerca del 89 por ciento dijo que la militancia debe elegir, sin imposiciones ni designaciones. Significa volver a nuestros fundamentos democráticos, principios, nuestro verdadero ADN panista y que haya voto libre, secreto y directo para elegir dirigentes y candidatos y candidatas.
–¿Qué queda de ese Malova que apoyaste desde un principio de la campaña, a cuatro años de gobierno?
–Creo que es un gobierno de luces y sombras. Principalmente ha quedado a deber en cuanto a su congruencia respecto al equipo que lo ayudó a llegar a la meta, y también es justo mencionar situaciones positivas, entre ellas la seguridad, pero también falta mucho por hacer. Creo que el desgaste del sexenio ha sido intenso y se sienten tiempos como si fuera final de sexenio.
—¿Es parte de la debilidad de un gobierno, no, el adelanto de coyunturas?
—Bueno, las coyunturas están adelantadas hace mucho tiempo. Este gobernador tiene un camino trazado, una oportunidad perdida y con el bono democrático que tenía tan grande es una lástima. Espero que él tenga la oportunidad de reflexionar sobre lo que puede cambiar. Pudiera pensar que le quedan dos años, pero se escucha muy fuerte que políticamente el sexenio se termina el 8 de junio de 2015, un día después de la elección de diputaciones federales, porque no tiene una casa definida y se queda en la indefensión. Nadie va a reconocer como parte de un partido a esta corriente que todavía se llama malovismo.
—¿Traicionó Malova a esa militancia, lo que construyeron, a los que votaron por él?
—Aquí tienen la respuesta: nueve de cada diez compañeros piensan que sí. Nosotros le ayudamos a construir y lograr esa oportunidad, no puedo sentirme arrepentido porque creímos en la palabra de un hombre y no se equivoca quien confía, sino quien decepciona.
Los errores del PAN no están ahí sino en la falta de compañerismo, unidad, camaradería y no en la militancia de a pie, sino en la cúpula. Y no solo la dirigencia, los jefes de grupo. Y creo que lo más importante es estar bien adentro para conquistar las conciencias ciudadanas afuera.
—¿Entonces el PAN está dividido y peleado? ¿se convirtió en un partido de tribus, como el PRD?
-No estamos divididos ni peleados. En la militancia de a pie, de base, hay unidad, solidez, compromiso con las causas ciudadanas y con el partido, tienen respeto a la dignidad de la persona humana. Si existe divisionismo es en las élites, en la cúpula.