Laura Elena Quevedo acusa: “me quieren implicar, sin pruebas y usando métodos de tortura”

LAURA ELENA QUEVEDO. “Tengo miedo por la vida de mi sobrino y por la actuación de las autoridades”.
LAURA ELENA QUEVEDO. “Tengo miedo por la vida de mi sobrino y por la actuación de las autoridades”.

Parada en una esquina del descanso, entre escaleras que llevan a un segundo piso donde se encuentra el Juzgado Cuarto Penal de Culiacán, Laura Elena Quevedo Gastélum se dice temerosa de las autoridades, ya que resultó que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Sinaloa la tiene como indiciada en el caso del secuestro que terminó en asesinato del empresario Ernesto Alonso Valdez Solano.

Giovanna Quevedo Gastélum hermana de Laura Elena, fue la esposa de Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano menor del conocido narcotraficante Amado Carrillo, el Señor de los cielos.

Rodolfo y Giovanna tuvieron tres hijos que quedaron a los cuidados de su tía, después de que la pareja fuera asesinada el 11 de septiembre de 2004, en una balacera ocurrida en la plaza comercial Cinepolis, en esta ciudad capital.

Uno de los hijos, Jaime Eduardo Quevedo Gastélum —quien lleva los apellidos de su madre—, es uno de los cuatro señalados por la autoridad como presunto culpable de secuestro agravado del empresario restaurantero, y a quien la procuraduría señaló como líder del grupo.

El hijo del apodado Niño de Oro negó en su declaración inicial los delitos que se le imputaron y alegó tortura por parte de las autoridades. Laura Elena Quevedo, la tía, dijo que teme por la vida de su sobrino, Jaime Eduardo, si lo mantienen en el penal de Aguaruto, durante el proceso penal, y solicitó su traslado a otro centro penitenciario.

Laura Elena Quevedo explicó a Ríodoce que hasta el momento no ha recibido ningún aviso de presentación por parte de las autoridades para declarar, y fue hasta que revisó el expediente de su sobrino, cuando se percató que aparecía su nombre.

Señaló que está en la mejor disposición para presentarse a declarar, pero expresó temor por la condición en que la ubican las autoridades, quienes la acusan sin pruebas, usando métodos de tortura, para conseguir que su sobrino firme la declaración “solo por ser hijo de quien es”.

“Temo por las autoridades, porque ya sabemos que cuando quieren implicar a alguien lo implican de manera instantánea, solo quiero decirle pues a todas las personas, a todos mis amigos, a toda mi familia que yo siempre… que yo estoy en la mejor disposición de dar la cara ante quien sea, ante los papás de Ernesto, ante los amigos de Ernesto, que son amigos en común”.

—¿Qué pasó en la anterior audiencia? Tenemos entendido que él (Jaime Eduardo Quevedo) negó los cargos…

—Efectivamente en la audiencia pasada él fue el único que declaró, que dio su declaración y él ahí dice que yo no tengo absolutamente nada qué ver, que no participé en absolutamente nada; ahí se niega él y dice que fue bajo tortura.

“Los mismos de antisecuestros lo obligaron a implicarme a mí, ya que por supuesto los de antisecuestros me conocen perfectamente bien, porque en diciembre, el 2 de diciembre, yo acudí a ellos porque mi papá fue secuestrado”, respondió Quevedo Gastélum.

—Respecto al secuestro de su papá, en ese tiempo ¿hubo algún indicio, algún detenido?

—No, no, no… Jaime Eduardo dice que él sería incapaz de atentar contra mi papá, o contra mí, porque nosotros somos quienes cuidamos a sus hermanas, lo cuidamos a él, él no se hace responsable de ningún cargo.

—¿Se hizo la denuncia entonces, cuando fue el secuestro de su papá?

—Si claro, por supuesto. Yo estuve cinco días con los antisecuestros y ellos para mí en lo personal, en lo que a mí me ayudaron ellos, me ayudaron en la negociación, de hecho no me dejaron ir a dejar el dinero a mí, por eso es que fue mi primo. Jamás pensamos que lo iban a matar, (pero) lo mataron.

“En algún momento ellos me dijeron que el carro llevaba GPS, cuando pues no, los carros no llevaban GPS, nosotros supimos cuando las funerarias andaban buscando los familiares de Humberto”.

La tía de Jaime Eduardo Quevedo Gastélum manifestó que ella siempre estará ahí para el joven, ya que lo considera como su hijo.

“Lo apoyaré, sí, porque lo repito una vez más, lo ha dicho la prensa que yo lo registré a mi nombre. La patria potestad la tienen mis papás, yo solamente los cuidé, los eduqué, pero lo repito, hasta los 19 años él está conmigo. Las niñas siguen conmigo, hasta los 19 años. Repito, meto las manos al fuego por él”.

—Mencionaba hace un momento el apellido Carrillo, ¿cree que eso tiene un peso en esta situación?

—Por supuesto, yo siempre le dije al niño, ‘ándate por la derecha porque el día que tu tuerzas  poquito el brazo, ese día te va a caer todo a ti, por ser hijo de quien eres’, y el apellido Quevedo Gastélum se lo puso su mamá por seguridad, nunca se lo cambié yo, ni soy tutora.

—Jaime Eduardo podría ser recluido en este penal donde se habla que existen grupos contrarios a lo que fue su papa, ¿hay temor al respecto?

—Claro que sí, tengo mucho temor que me lo vayan a matar. A fin de cuentas, pues para mí él es mi hijo, me duele lo que le pasa. No lo disculpo si es culpable, por supuesto. Pero creo que falta mucho tiempo, se va a llevar todo un proceso para desahogar pruebas de quién es culpable.

Laura Elena Quevedo Gastélum explicó que el carro Ford Mustang en el que iba su sobrino el día de su detención es propiedad de uno de sus primos, mismo que rentaba el departamento al que mencionó nunca asistió. Dijo que Jaime Eduardo vivía en la Ciudad de México, donde estudiaba la carrera de administración de empresas, en el Tecnológico de Monterrey.

—¿Tenía conocimiento usted de que estaba aquí en esos días?

—Sí, si tenía, por supuesto, porque había ido a comer a mi casa. Jaime Eduardo tenía como un mes y medio aquí y sí tenía conocimiento porque obviamente iba a mi casa. Como no traía carro, él usaba mis carros, y algunas veces se quedó a dormir.

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