Oscar Pistorius, el atleta paralímpico sudafricano que fue sentenciado por el asesinato de su novia, Reeva Steenkamp, comenzó a hacer relaciones muy particulares dentro de la penitenciaría en la que debe purgar su condena. Esta incipiente “amistad” trajo problemas a ambos.
El nuevo “amigo” de Pistorius es ni más ni menos que uno de los mafiosos más peligrosos y famosos que están presos en Sudáfrica: el checo Radovan Krejcir, quien es enjuiciado por secuestro, intento de homicidio y tráfico de drogas.
Pero el hombre, gracias a su fortuna y a las maniobras de sus abogados, tiene ciertos privilegios en prisión que no todos los reclusos disfrutan. Y uno de ellos deslumbra al atleta condenado por matar a su novia: los aparatos para realizar ejercicios que tiene en su celda VIP, que son la envidia de los otros delincuentes que cohabitan con ellos.
Aunque no está claro cómo fue el comienzo de la relación, Krejcir lo habría invitado a Pistorius a disfrutar de sus máquinas, y el atleta comenzó utilizando una bicicleta fija de última generación que el checo tiene en su sector, para uso exclusivo suyo. Ambos realizaban ejercicios y entrenaban juntos, bajo el conocimiento de todos.
Sin embargo, un problema surgió y los aparatos de gimnasio fueron confiscados por las autoridades de la penitenciaría sin una explicación sólida para el dueño de las máquinas.
“MI equipo fue ofrecido al señor Oscar Pistorius para entrenar a su arribo… sin mi conocimiento”, se excusó el mafioso en una carta dirigida a los responsables de la confiscación, con copia a Human Right Watch y Amnesty International. Y agregó que a pesar de ello, no “objetó” que usara sus máquinas e incluso que “entrenaran juntos”, reveló.
El checo consiguió el permiso para utilizar ese material gimnástico por problemas de salud. Pero hoy no tiene acceso a esa maquinaria, como tampoco Pistorius, su compañero de bicicleta fija. Su abogado se quejó: “Krejcir requirió esos objetos antes de que Pistorius llegara. Él los usaba hasta hace poco cuando le fueron sacados”, comentó Piet du Plessis, al Times de Johanesburgo.
La relación entre ambos es cada vez más cercana: en la última semana celebraron el cumpleaños del checo, con quien compartieron la torta con la que festejaron el aniversario del magnate juzgado por secuestro, drogas e intento de asesinato. (AP)
