La LMP solapan a jugadores que salen dopados; Martínez Barreda: “Esto no es un error. No hay ninguna justificación”.
Omar Canizales, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) dejó en claro que la liga está para prevenir y no para juzgar al pelotero que salga dopado.
Este comentario se dio cuando en su visita a Culiacán, Juan Francisco Puello, Comisionado del Beisbol Caribe, en entrevista para El Debate, sugirió que no solamente se hicieran exámenes de antidoping a los jugadores en la LMP, sino a los directivos también, y donde Canizales se autopropuso para ser el primero. Todo esto para darle mayor valor moral a la lucha contra el uso de sustancias prohibidas.
Pero aunque Canizales afirmó que la liga sí está haciendo exámenes antidoping, guarda un silencio sepulcral ante los resultados.
“Nosotros hacemos pruebas de doping, pero principalmente nos basamos en la parte preventiva y eventualmente en el apoyo al jugador”, dijo el directivo.
Al ser un organismo privado, la LMP puede manejar esta situación como mejor le convenga, sin embargo, al no hacer públicos los resultados, un mar de dudas surgen y las especulaciones están a la orden del día.
Canizales, ignorante
Y más aún cuando miente al decir que no hacen estas pruebas en otros laboratorios, como CONADE (como lo hace la LMB), porque se pasaría todo el torneo sin saber los resultados.
El doctor Juan Martínez Barrera, quien fue por cuatro años representante del SINADE ante el Comité Nacional Antidopaje, comentó que estos resultados, claro dependiendo la sustancia a encontrar, lo más que tardarían son 10 días.
“Mira, todo esto depende mucho de la sustancia a buscar, pero lo más que se puede tardar, en este caso CONADE, que está certificada por la WADA (Agencia Mundial Antidopaje), son 10 días, pero existen otras que pueden durar 48 horas”, dijo el galeno para Ríodoce.
Esto evidencia que el directivo desconoce los procesos de estos resultados.
Un solapador
El titular de la LMP dejó en claro que en los años que ha estado al frente, algunos peloteros han salido positivos, pero la pregunta es ¿quiénes son?
Para lavarse las manos dijo: “Nosotros somos promotores de beisbol, no quienes debemos de juzgar y menos públicamente. No queremos quemar en leña verde a los jugadores y que por un error se les etiquete de una mala manera”.
Y todavía agregó: “Es decir, los protocolos de la liga así están, los jugadores, finalmente, lo han agradecido”.
“Esto no es un error”, comentó Martínez Barreda. “Todo lo que consumen es responsabilidad de ellos (peloteros), y no hay ninguna justificación”.
“Ellos tienen que informar qué están consumiendo a su médico, si no lo hacen, ellos son los culpables”.
“Son personas adultas, saben de los riesgos y resulta que al final se quieren lavar las manos en decir que fue un error, eso es una mentira”, agregó el galeno, quien también es especialista en medicina deportiva.
Y con esto, existen dos caminos a seguir con el manejo de este mal que pulula en el beisbol, sobre todo en la LMP. Uno es tomar al “toro por los cuernos” y hacerle frente al dopaje cueste lo que cueste y caiga quien caiga. La otra es, hacerce “patos” y seguir con la idea de que “aquí no pasa nada” y efectivamente no hacer nada.
La LMB, un ejemplo
En los últimos años, la Liga Mexicana de Beisbol ha endurecido su postura respecto el doping, donde los directivos se han tomado muy en serio el uso de “sustancias misteriosas” por parte de sus jugadores, así sean anabólicos, drogas psicotrópicas, enervantes, hormonas, “chochitos” y todo lo que se le parezca.
Esto habla del esfuerzo que está realizando la LMB para tener un beisbol limpio y no se trata solo de esteroides; se busca alejar al pelotero de las adicciones a cualquier tipo de droga y mandar el mensaje correcto a toda la sociedad.
