El Mañana de Nuevo Laredo denunció un posible ataque contra el diario, orquestado por las autoridades.
Directivos del diario, que ha sido atacado en diversas ocasiones, dieron a conocer a través de un comunicado, que recibieron información de fuentes de alto nivel de Estados Unidos, ayer viernes, sobre el riesgo de un ataque inminente contra el rotativo y su personal, luego que denunciaran ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos amenazas por parte de las autoridades municipales de Nuevo Laredo y estatales de Tamaulipas.
Carmen Aristegui dio a conocer que los directivos del rotativo, solicitaron hace dos semanas medidas cautelares ante la CNDH y mecanismos de protección a periodistas el día de ayer.
Enrique Rivas, el nuevo presidente municipal de Nuevo Laredo, con el apoyo explícito del gobernador Francisco Cabeza de Vaca, acusó al periódico presuntamente de extorsión el 29 de mayo.
Esto se dio después de una serie de investigaciones periodísticas, en las que se exhibe y documenta detalladamente la falta de transparencia del actual gobierno y los conflictos de intereses en que incurren funcionarios municipales y proveedores del gobierno.
El accionista y vocero del Consejo de Administración del rotativo, Heriberto Cantú, negó las acusaciones. Y directivos de El Mañana acudieron a la Ciudad de México a poner una denuncia ante la CNDH, pues consideran que la autoridad está ejerciendo abuso de poder, poniendo en riesgo al medio al hacer acusaciones falsas, y además dañando la libertad de expresión, pues trata de desviar la atención a los cuestionamientos que se han hecho sobre el desempeño del gobierno y el uso de los recursos públicos.
Esta nueva alerta, trascendida este viernes 23 de junio, corrobora la situación de riesgo que fue evaluada por directivos del periódico, que ha sido atacado en ocasiones anteriores. En 2006, hombres armados ingresaron a la redacción, rafaguearon las instalaciones y lanzaron una granada. En el atentado, uno de los periodistas resultó lesionado y como consecuencia quedó paralítico.
En esa época reporteros, editores y dueños recibieron ataques y amenazas. En marzo del 2004 su director Roberto García Mora fue asesinado.
Tras varios atentados en su contra, los periodistas del diario fueron los primeros del país en usar chalecos antibalas, mismo que portaron durante casi un año.
También iniciaron la modalidad que retomaron años después muchos periódicos: eliminar los nombres del reportero y firmar las notas como “Redacción”
Ante los continuos ataques y amenazas para que dejaran de publicar notas sobre violencia, los directivos de El Mañana cedieron y decidieron suspender la cobertura de los enfrentamientos y asesinatos provocados por las organizaciones criminales en disputa.
