A un año de la muerte de Gabriel García Márquez, el pasado 17 de abril se llevaron a cabo actividades en distintas partes del país en conmemoración a este gran escritor.
A pesar de que ya es un año sin Gabo, sus lecturas siguen presentes y vivas, entre sus asiduos y empedernidos lectores.
Uno de los grupos de lecturas inspirados por sus obras es el club de lectura La Horajasca en la preparatoria CBTA 133, situada en la comunidad de Recoveco, Sinaloa.
El grupo, iniciado por un maestro de esta escuela, Cruz Hernández, se formó por su gusto en la lectura y su deseo por fomentarla entre sus alumnos.
Anteriormente, del dos al seis de marzo, se realizó la semana cultural “Gabriel García Márquez” por motivo de su natalicio.
Como parte de las diversas actividades para recordar la labor de este escritor, el pasado 17 de abril, en la preparatoria CBTA 133 se hizo la lectura interrumpida de una pequeña obra de Gabriel García, su libro El coronel no tiene quien le escriba.
La lectura fue realizada en el auditorio de esa preparatoria con la asistencia de alumnos de esaa misma institución y habitantes de la comunidad, donde se leyó la obra completa.
La lectura inició a las 8:50 horas y terminó a las 11:10 horas de ese mismo día, el maestro Cruz Hernández comentó “Gabo estuvo más presente que nunca por estos lares, nosotros como club de lectura teníamos una relación estrecha con él y por eso decidimos rendirle este homenaje”.
La finalidad de esta actividad es que los jóvenes de esta comunidad tengan presente la lectura “México es un país que no lee, y eso no le va permitir salir del atraso, con esto queremos fomentar la lectura principalmente”, puntualizó.
México y el mundo lo recuerdan
Para este su primer aniversario luctuoso se han preparado una serie de diversas actividades dentro del país y en su natal Colombia.
En la biblioteca nacional de Colombia se encuentra una exposición temporal donde se muestra la máquina de escribir que utilizó el premio Nobel para escribir su legendario libro: Cien años de soledad.
También se expusieron otras partencias del autor como su diploma y la medalla que recibió en 1982 por su premio Nobel en literatura, entre otros objetos.
Las mil 404 bibliotecas públicas de aquel país se sumaron a la conmemoración, bajo el lema “Gabo vive en las bibliotecas”.
