Las candidaturas independientes llegaron para quedarse, de eso no hay duda. Incorporada la figura a nuestro sistema electoral desde 2012, ya dieron una sacudida con seis triunfos en las elecciones de 2015. Jaime Rodríguez, el Bronco, le arrebató la gubernatura al PRI en Nuevo León, Pedro Kumamoto ganó un distrito local en Jalisco y Manuel Clouthier Carrillo se impuso en un distrito federal en Sinaloa. El resto fueron dos presidencias municipales, una en Guanajuato, otra en Michoacán, además de otra diputación local en Nuevo León.

De los 509 candidaturas que se registraron ese año, solo el .98 por ciento tuvo éxito, es decir, ni el 1 por ciento. Sin embargo fue muy interesante el resultado por sus figuras: el Bronco, un hijo del legendario Maquío y un activo joven jalisciense que movió a la clase política nacional con sus iniciativas.

Pero más allá del impacto que tuvieron en un primer momento, ya vistos a distancia no parece que en términos de respuesta a los ciudadanos hayan marcado una diferencia. Salvo el caso de Kumamoto, que ha estado positivamente en los medios al haber logrado en su estado una ley que logra bajar en un 70 por ciento el monto de los recursos asignados a los partidos políticos. Aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Ley puede aprobarse en todo el país, pues en casi todas las entidades se han presentado iniciativas semejantes.

En cuanto al Bronco, la percepción casi generalizada es de una gran decepción. Así lo dicen las encuestas, donde al menos el 50 por ciento de los entrevistados afirman que el gobernador se quedó muy por debajo de las expectativas que generó. Los problemas de seguridad que enfrenta la entidad y ese estilo de querer resolver todo primero con la saliva que con acciones concretas de gobierno, terminó por acabar con la “magia” que envolvió al personaje durante su campaña por la gubernatura.

Otro caso semejante es el de Manuel Clouthier Carrillo, quien no jugó un papel preponderante en la Cámara de Diputados, salvo por sus intervenciones en tribuna, siempre contestatarias pero sin un respaldo sólido en iniciativas ni en acciones sociales y ciudadanas. Y tampoco en eco mediático.

Su propio triunfo electoral en el Distrito 5 de Culiacán fue cuestionado por una sospechosa traición de grupos priistas a Ricardo Hernández, su principal contendiente, que habrían operado a su favor. Pero al margen de esto, su desempeño como diputado dista mucho del que la gente hubiera esperado.

Ahora busca ser senador por la misma vía y se ha dado a la tarea de conseguir las firmas que le exige la ley electoral para su registro. Son poco más de 40 mil y tiene hasta el 14 de enero para entregarlas. Las batallas se ganan o se pierden pero se dan, dicen los clásicos, y Manuel está en esa tesitura ahora, y tiene que hacerlo como independiente por honor al discurso que ha hilvanado desde que se lanzó por la presidencia en 2012 como independiente. Fue uno de los más fuertes impulsores de la reforma electoral que permitió esta figura y lanzarse ahora por un partido significaría una traición a su propia narrativa.

En todo caso, Manuel Clouthier tiene una gran prueba en las elecciones que se avecinan porque los propios electores sacarán sus cuentas —como lo están haciendo ya en el caso del Bronco en Nuevo León— y decidirán si lo apoyan nuevamente, ahora a nivel estatal por el cargo que pretende, o de plano le dicen que no. Si consigue las firmas habrá dado una gran zancada en su carrera política.

El problema de Manuel Clouthier ha sido tan crítico del sistema de partidos que ahora tiene que seguir navegando en las mimas aguas de la “independencia”, le den o no resultados. Y no sería congruente de su parte, bajo ningún esquema (partido, alianza o coalición) que abandonara ahora esa bandera. Sigue siendo su baluarte ahora, pero también puede ser su cruz.

Bola y cadena

LOS PARTIDOS QUE CONFORMAN EL Frente Amplio Democrático se alegraron con el triunfo de Ricardo Anaya sobre el diario El Universal, que no pudo demostrar el enriquecimiento de su familia con recursos públicos. Eso consolida su imagen de frente a la candidatura —que todavía no se define— presidencial, aunque siga estando muy por debajo de aspirantes de otros partidos en las encuestas, incluso de la propia Margarita Zavala, que salió defenestrada del PAN. Mientras, los priistas se acercan cada vez más a José Antonio Meade como el único que puede salvarlos de una derrota que todos, no hace muchas semanas, dábamos por hecho. Dábamos. Por su lado, Andrés Manuel López Obrador reafirma lo que ya ha dicho tantas veces: o es la silla presidencial o su finca “La Chingada”.

Sentido contrario

NUESTRAS CIUDADES ESTÁN DEVASTADAS, ahogadas en el ruido, la basura, la ausencia de servicios de calidad, de señalamientos viales. Lo más común es que uno se fije en la violencia, en si llega el agua a las colonias o no, pero pocos vemos o vamos más allá. Los parques están abandonados y, lo peor, es que no hay recursos casi siempre porque los alcaldes que pasaron ya por las comunas se adelantaron en el gasto y ahora hay que pagar las deudas. No hay orden ni interés de los políticos por marcar la diferencia. Pero no queremos cambiar y seguimos apostando por una clase política insensible y frívola que debiera pertenecer al pasado.

Humo negro

UN ABRAZO FUERTE AL PERIODISTA Marcos Vizcarra, del periódico Noroeste, por el premio “Peter Mackler 2017” que recibió la semana pasada en Nueva York. Un reconocimiento a su esmero y preocupación por el respeto a los derechos humanos y a un oficio cuya libertad no se mendiga: se ejerce.