Andrés Villarreal

(BUM) Los chinos dicen que cuando alguien señala al cielo, el sabio mira la luna y el tonto el dedo. Y eso pasa con los disparos de los policías el domingo de la Chapomarcha, estamos viendo el dedo en lugar de girar la atención a lo importante, estamos distraídos y focalizando la mirada en lo banal.

Hay una línea de mando clarísima, y si no se siguió el domingo el caso es todavía más grave. La orden de disolver la marcha la tomó el gobernador Malova, le pasó la orden a Gerardo Vargas y la operación la siguió de cerca el general Moisés Melo García —aun sin cargo formal— y en campo la encabezó Jesús Carrasco —Subdirector operativo aunque no aparece en el directorio oficial de la Procuraduría de Justicia, ¿cómo le pagará el tesorero Villarreal? Al Alcalde Sergio Torres solo le pidieron el apoyo y no decidió en contrario.
No ordenaron vigilar, no ordenaron un reporte de inteligencia sobre grupos participantes, identificación de organizadores, origen del dinero para los pagos, no, no, no. Ordenaron que no se realizara la Chapomarcha aun a costa del uso de la fuerza pública. Sabían desde el gobernador hasta cualquier policía del riesgo, y se la jugaron.
Es importante quiénes dispararon, sí. Son importantes quiénes agredieron a los reporteros de Noroeste —que fueron diferentes policías, por cierto, los del fotógrafo fueron ministeriales y los de la videasta estatales—, también. Nombre y apellido está pidiendo el periódico, y el gobierno ya les puso rostro. Pero los policías solo siguieron órdenes, aunque ahora reconozcan los jefes de ellos que se sobrepasaron. Nombre y apellido de quien dio la orden, verbal o escrita.
Hoy lo importante es ¿cómo justifica el gobernador el intento de disolver la marcha y las detenciones masivas?, ¿mañana va a bloquear una marcha pro-gay, o a favor de la legalización de la mariguana? Sin moralinas, quién asume nuestras fallas educativas en amplios sectores sociales. Sin imposturas, dónde están los empresarios asumiendo que hacen negocios con dinero en lavadoras.
MARGEN DE ERROR
(BANG) La suspensión de policías es una treta, y los peritos lo saben. La prueba de rodizonato de sodio debe realizarse según los protocolos en  un máximo de 6 horas después de los disparos —aunque en México se aceptan pruebas hasta 12 horas después—, y la realizada a los policías fue en el mejor de los casos 18 o más horas luego de los disparos. Además, en el caso de elementos que día con día tienen contacto con armas y en algunos casos hasta las disparan, está documentado que es una causa para que el resultado sea un falso positivo.
Le han dado a la búsqueda de plomo y bario, las dos principales sustancias que se identifican con la técnica del rodizonato de sodio, en las manos de los policías un peso que no tiene, y por eso reina entre los elementos el entendido de que tendrán que asumir la mancha en el expediente.
MIRILLA
(SHHHH) La llegada de la Marina a Culiacán que culminó con la captura del Chapo apaciguó a parte de la delincuencia asentada en la capital. Unos porque los traían en los talones, y otros porque estaban mejor resguardados, no era momento de pleitos.
En la segunda semana de febrero, antes de la llegada de los efectivos en la operación Gárgola —el único que la llama así es el periodista de Televisa Carlos Loret, a quien la SEMAR le explicó paso por paso la versión oficial—, se registraron 19 asesinatos en el estado, más de la mitad en Culiacán. Pero la siguiente semana, ya con el despliegue en la capital, solo cuatro.
Aun así febrero cerró con 80 homicidios, el doble de febrero de 2008 —con 39— antes de que estallara la guerra intestina del cártel de Sinaloa, pero muy debajo de la cúspide violenta de 2010 que llegó a 208 asesinatos en febrero, 260 por ciento más que el mes de la captura del Chapo. 
PRIMERA CITA
(CLIC) Las mujeres saben que están más cerca que hace una generación y es el momento de cambiar el discurso contestatario por uno de puntos finos. Hay inequidad en la remuneración a labores similares aun, pero la brecha se ha venido acortando; persisten también los casos de violencia de género, sin embargo nadie se atreve a justificarlos.
Claro que en México no han logrado articular un movimiento donde todas las mujeres estén claras en un solo fin, pero sí mantiene la suficiente uniformidad de criterios para olfatear la ruta.
DEATRASALANTE
(REW) Al inicio de su gobierno en 2011, López Valdez ubicó un chiquillo en un evento del día del niño, y le ofreció mil pesos y una bicicleta a cambio de que se quitara la camiseta de La Barbie —esa playera Polo verde con la leyenda “London” al frente y el logo de la marca que es un jinete jugando el deporte que da el nombre. El chico los tomó, buen negocio al fin porque la prenda pirata no llegaba a los 200 pesos cuando la original costaba en ese entonces diez veces más, casi 200 dólares.
Pero mirando de-atrás-adelante fue un mal negocio para una autoridad con visión de largo plazo, había más camisetas y más chicos con ellas, pero además toda una generación de jovencitos con ese y otros arquetipos. Otra oportunidad perdida (PUNTO).