Muy caro les costó a los policías municipales y estatales recuperar sus horas de descanso. Luego de la medida de duplicar la presencia de la fuerza pública en las calles, que llevó a cubrir jornadas de 24 horas, los cuerpos de policía empezaron a mostrar el descontento primero y después la abierta queja por la prolongación de una medida que se dijo temporal.
Los comandantes empezaron a informar del creciente malestar entre los policías por el horario que se fue volviendo extenuante y hasta peligroso para una labor que requiere mantener los sentidos en alerta. La queja ya era del conocimiento también del Secretario de Seguridad, Genaro García, aunque no se sabe si él mismo la llevó a Gerardo Vargas o al propio Gobernador Malova, pero no se pueden llamar a sorprendidos de lo ocurrido durante la semana tanto en la policía municipal de Culiacán como en la Estatal Preventiva.
El par de protestas de los municipales, incluso en la misma puerta de la Alcaldía de Culiacán y la de los estatales preventivos antes de iniciar un turno, son muestras de que hay muchos grupos de agentes que ya no estarán guardando cómodo silencio ante lo que sucede dentro de las corporaciones. Aun así, quedó en evidencia también que dentro de las policías hay miedo y desconfianza con muchos de los mandos superiores, más con los directivos que con los comandantes.
Las tres protestas las realizaron los policías mostrando los rostros, incluso hablando en público, pero reflejando el temor a ser reprendidos posteriormente, cambiados de zona de trabajo, movidos en sus funciones. O peor aún, manchando el expediente policiaco que en el futuro les dificultaría aprobar las evaluaciones de control y confianza.
Pese a lo que se diga, al incremento importante de los salarios durante estos años de Mario López Valdez, a la mejoría de las condiciones de equipamiento y armas, los policías siguen tan vulnerables como antes. Son lo más delgado del hilo. Comandantes y directivos deciden cada día la suerte de muchos de esos policías. Y ellos lo saben, que perder la confianza dentro de ese cerrado grupo puede ser peligros, incluso hasta costarles la vida.
Dentro de las corporaciones se saben muchas cosas que no trascienden fuera por tratarse de un grupo cerrado, en el que lo más importante es la lealtad. Saben los policías estatales, por ejemplo, que no está entre sus funciones ser custodios de viviendas privadas o escoltas de particulares, o plantíos de maíz u hortalizas. Para eso se creó desde hace mucho tiempo un área especial del gobierno, los Servicios de Protección, con personal armado a su mando.
¿Sabe Genaro García que una parte de sus policías están en viviendas de personas que no ostentan ningún cargo público? ¿Sabe el Subsecretario de Seguridad, Rigoberto Íñiguez Celaya, que otros policías son asignados a vigilar día y noche agrícolas privadas con plantíos de maíz y hortalizas?
Así va a ser imposible que la fuerza pública alcance para la llamada estrategia de seguridad. El Gobernador Malova asegura que hay déficit de policías, y seguirá habiendo mientras una parte de ellos sean distraídos a custodiar médicos, o tiendas departamentales.
El gobernador Malova sostiene una parte importante de sus resultados en seguridad en la valentía de los policías –y ya hemos dicho que ciertamente se han reducido los índices delictivos gradualmente, año con año, pero en la sumatoria la administración actual resulta por encima de los seis años anteriores en homicidios-, pero herencia de gobierno sería que el sistema completo de seguridad se profesionalice más allá del vaivén de las decisiones de los jefes o secretarios en turno.
Difícilmente los policías de a pie –o de patrulla- tendrán un compromiso completo si son enviados a labores que no les corresponden por sus propios jefes. Ellos incumplen primero la ley.
Margen de error
(Cara a cara) Los ocho aspirantes a la gubernatura de Sinaloa se verán las caras el próximo lunes en el primero de los dos debates que se organizarán por el Instituto Electoral. Independientemente de las críticas al formato, de lo acartonado que pudiera resultar, y de las muchas formas de debates que se dan en el mundo democrático, el ejercicio sigue siendo novedoso en México. Da la oportunidad al menos de que los candidatos se muestren, ataquen con la responsabilidad que implica sostener cara a cara cualquier dicho, y si así juega en su estrategia ser audaces en sus propuestas.
Por otro lado, permite a los ciudadanos confrontar en un solo espacio a todos ellos, y darle calor a una contienda que le urge tomar temperatura.
DEATRASALANTE
(El potencial) La propuesta del gobierno de Enrique Peña de incrementar la cantidad de posesión de la mariguana y de permitir el uso de la hierba con fines medicinales, pero no recreativos, apenas abrirá el debate en México sobre el uso de las drogas. Hace solo unos meses, escandalizó a muchos la declaración de Jorge Castañeda sobre el alto potencial de Sinaloa en la eventualidad de que la mariguana se legalizara, al contar con fuertes condiciones climáticas para su siembra.
Es posible que no se llegue el momento de que los productores de mariguana sean parte de las fuertes organizaciones agrícolas de Sinaloa, ni que estén protestando por apoyos a la comercialización, pero es un tema que necesariamente requiere de una atención urgente, pero integral, no tímida, como la propuestas de Enrique Peña(PUNTO)
