Asesinato en Santa Fe

 
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Escenario de  asesinatos de dos mujeres y balaceras perpetradas por grupos delictivos desde  el 2011, ahora  con el asesinato a balazos de Julio César “N”,  de 17 años,  los vecinos del fraccionamiento Santa Fe volvieron a cimbrarse.
El 10 de mayo, Día de las Madres, como a las 22: 40 horas, en este fraccionamiento ubicado a ocho kilómetros hacia la salida sur de Mazatlán, contiguo al ejido El Castillo,  una niña de siete años asegura que vio cuando asesinaron a su hermano Julio César.
Esa noche, cuando la  vio caer a su hermano mayor,  fulminado por las balas, corrió sollozando con el alma entristecida, para avisarle a la novia del finado que vive en la calle contigua que habían matado a su novio “César”.
“Fueron como dos balazos, uno aquí y otro acá”, dijo la niña al mismo tiempo que se tocaba con su dedo índice de su mano derecha y lo movía de la frente hacia más abajo de la misma.
A escasos diez metros de distancia, donde cayó muerto el menor de edad, en el domicilio de éste, había fiesta con motivo del Día de las Madres, y la música y las ballenas bien heladas se combinaban con las felicitaciones a la madre de Julio César.
Una consanguínea del muerto comentó que ella iba a comprar unas  cervezas “ballenas”, cuando vio al joven en el piso ensangrentado y pidió a su esposo que le diera su camiseta para intentar detenerle la hemorragia mientras llegaba la Cruz Roja.
“Nosotros rápido llamamos a la Cruz Roja, pero tardó mucho en llegar”, dijo impotente la mujer que vive tan lejos de los servicios de salud en casos de emergencia y tan cerca del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito.
Una vecina del domicilio del menor asesinado, aseguró que no fueron hombres armados los que perpetraron el crimen, como publicaron algunos diarios locales, sino que fue un hombre de bicicleta el que disparó a la víctima.
“Ya se venía venir esto, porque el muchacho traía un machete y lo tallaba en el pavimento y parecía que amenazaba a alguien; el machete lo recogieron los policías del lugar donde quedó tirada la víctima, pero no fue un grupo armado el que disparó, incluso, sonó un balazo como de bajo calibre”, dijo.
Otro testigo aseguró que el hombre que montaba una bicicleta color rojo, vestía camisa blanca combinada con amarillo, disparó a corta distancia, pero antes habría forcejeado con su víctima, como “esculcando” en su pantalón.
“¡Cuidado, César!”, comenta un testigo más, que alertó uno de los consanguíneos de la víctima, pero el presunto homicida ya había accionado su arma contra su objetivo.
Cuando se le preguntó a uno de los familiares cuál podría ser el móvil del asesinato del joven César, respondió que no sabía.
Algunos habitantes del fraccionamiento de Santa Fe tampoco saben a ciencia cierta las razones del por qué proliferan las casas abandonadas por sus dueños, aunque unos argumentan que está muy lejos de la ciudad, otros opinan que es debido a la “ola” de violencia que se ha desatado desde 2015.
“Desde el año pasado la violencia en la colonia ha aumentado, y mejor nos encerramos temprano y no salimos al menos que se tenga una necesidad urgente, porque no se sabe lo que puede ocurrir como este día de las madres”, dijo una de las personas que habitan desde el año 2001 en este sector.
Aseguran que el fraccionamiento Santa Fe data de 2000, pero que el fenómeno del abandono de las casas por sus primeros inquilinos inició allá por 2011, que coincide con la fecha, cuando grupos delictivos protagonizaron una balacera.
“Algunas casas fueron abandonadas por sus dueños, y cuando se enteraron de que fueron invadidas, regresaron a sacar a los intrusos, pero que algunos logran una venta a terceros con las constructoras, a bajos costos”, relatan.
Los asesinatos y las balaceras perpetrados en el fraccionamiento mencionado, sumados a los ocho kilómetros que hay desde Mazatlán, han generado que las rentas  de las viviendas oscilen entre los 500 y  800 mensuales, y los hechos ocurridos la noche del 10 de mayo, reflejan que la seguridad pública no mejora.
 
 
 
 
Violencia imparable
 
-1 de agosto de 2011. Alma Rosa Millán López y Noellia Rodríguez Guerra Rodríguez, de 28 y 30 años, respectivamente, fueron halladas asesinadas con un cuchilllo, en una tienda de materiales para construcción ubicado en la calle Pasadera del fraccionamiento Santa Fe.
-11 de enero de 2016. Una balacera protagonizada por gatilleros  cerca del kinder Nueva Creación, dejó un saldo de tres personas detenidas y una motocicleta asegurada, en el fraccionamiento Santa Fe. El alcalde Carlos Felton, negó que haya ocurrido dicha balacera, al igual como había negado aquella balacera perpetrada por pistoleros, el 1 de enero, en El Quelite.
-10 de mayo de 2016. En la calle Alamitos casi esquina con avenida del Toro, del fraccionamiento Santa Fe, Julio César “N” de 17 años, murió asesinado a balazos  por un hombre que viajaba en bicicleta roja.
 
 
 
 

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