Gobiernos “batean” peticiones de pobres en Los Mochis
Las políticas públicas de asistencia social de los gobiernos municipal de Ahome, estatal y federal son coincidentes en rechazar las peticiones de ayuda para familias pobres, en especial aquellas que requieren de subsidios, coincidieron en señalar Silverio Díaz Ramón, secretario estatal en Sinaloa de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas y Cristina Muñoz Sánchez, integrante del Comité Estatal del Movimiento Antorchista.
Por ello, los desposeídos se encuentran siempre “abandonados a la buena de Dios”, sin esperanza de poder aspirar a una vida mejor, porque los políticos son insensibles cuando están en el poder público, ineptos para aterrizar las reglas de operación de programas asistencialistas o de subsidios emergentes para las miles de familias de escasos recursos económicos que habitan en rancherías marginales y en cinturones de miseria urbanos, consideró Díaz Ramón.
En las rancherías, desde Higuera de Zaragoza hasta Juan José Ríos y acentuadas en el Campo 35 y La Arrocera, hay decenas de familias que requieren un subsidio alimenticio, o bien una baratísima inversión para electrificar sus casas o para construirles un techo de concreto o un piso firme, pero se les niega porque no cumplen los requisitos que se exigen de un escritorio.
“Si son pobres, como van a tener una propiedad debidamente legitimada. Los pobres sólo cuentan con la posesión simple y eso ya es mucho. Sólo tienen para malcomer al día y en ocasiones no pueden acreditar un empleo o un pago porque se alquilan al día, por unos pesos, en trabajos de días o por horas”, señaló.
Eso, agregó, es una inconciencia del funcionario que demuestra que las promesas de su campaña solo fueron demagogia para convencer a los pobres, para que lo respaldaran y una vez en el poder se olvidaron de ellos.
Díaz Ramón consideró que es con la movilización social como el precario demostrará su descontento al político envilecido en el poder, y por ello ya hay una organización en las comunidades.
“El descontento social contra las políticas públicas municipales, estatales y federales va en aumento. Eso no se puede ocultar. Lo mejor sería el castigo electoral, pero antes la manifestación de reproche”.
El líder agrario dijo que la Unión de Trabajadores Agrícolas ya ha movilizado a sus miembros, pero aún falta la suma de más organizaciones para conseguir doblar la demagogia de los políticos actuales.
Cristina Muñoz Sánchez, afirmó que las promesas de ayuda asistencial del gobierno municipal de Ahome son huecas y engañosas.
“Aquí, en este palacio hay funcionarios que no se cansas de prometer, de engañar y tratar de ganar tiempo. Nunca dan nada de apoyos a los pobres, sólo migajas”.
Dijo que como asociación antorchista han tramitado electrificaciones para colonias pobres como la Ferrusquilla, Santa Alicia y otras más, pero no les han resuelto.
Incluso promovieron despensas, pisos de concreto y techos de material y solicitaron los créditos de vivienda para jóvenes, pero ninguna de las gestiones han aterrizado.
“¿Por qué? Porque ellos la bloquearon, porque el presupuesto sólo es para quienes los apoyan o para los que ellos deciden”.
Muñoz Sánchez había sostenido una reunión con el secretario de la comuna, Álvaro Ruelas Echave, para obtener una respuesta sus gestiones, y antes había tomado la banqueta del Palacio Municipal y hasta el salón de cabildo.
Horas después, obtuvo lo de siempre: promesas.
Insensibles
Para el emergente líder agrario y defensor de los derechos comunales de ejidatarios de Jiquilpan, Daniel Humberto Ibarra Rodríguez, la nefasta política pública de los gobiernos actuales en contra de los descamisados debe recibir un moquete político inmediato, porque de mantenerse el poder público con los actuales actores, será continuo el pisoteo de la dignidad humana.
“Debemos demostrarles desde ahora que la misma necesidad nos une, que la indignación por el trato déspota oficial va en aumento, de que ya nos cansamos que nos estén chingando a cada rato. Antes teníamos tierras de uso común, ahora ya nos quitaron ese derecho, que se pelea en tribunales. Antes, los viejos políticos tenían subsidios para los pobres; los políticos jóvenes de ahora dan subsidios a los ricos, les regalan la tierra que despojaron a los jodidos y se hacen de la vista gorda con los sueldos de hambre que estos pagan”.
Ibarra Rodríguez sostuvo, que la nueva indignación social se refleja en muchos frentes y poco a poco va llegando al casco urbano. Comenzó en los altos con los desplazados, bajó a los ejidos y de nuevo fueron expulsados, ahora se alojan en fraccionamientos invadidos y ya están en la ciudad. Entre la gente de bajos recursos ya hay una conciencia que debe ser dirigida a la revolución política, en la elección por venir.
