A la vuelta del sexenio: migajas, promesas incumplidas y descrédito para el PAN

 malova y pan (1)
 
De ser el partido ganador en 2010, el blanquiazul se desdibujó en el transcurso de cinco años para caer a la tercera fuerza política y perder más de 30 años de trabajo permanente de oposición en el estado.
En la elección para gobernador en 2004, el PAN obtuvo una votación del 45.6 por ciento, contra 46.8 del PRI, solo un punto de diferencia.
Para el 2010, las alianzas colocaron al electorado ante dos candidatos fuertes: la coalición encabezada por el PAN tuvo 51.8 por ciento, y la del PRI recibió  46.4 por ciento, una diferencia de 5.4 por ciento.
Hoy, el blanquiazul cayó al 17.7 por ciento, contra un PRI que obtuvo 41.20 por ciento y el PAS que lo superó con 26.38 por ciento.
Pero los panistas de la llamada “vieja guardia” ya lo habían vaticinado. Vislumbraron el desastre político cuando avalaron al entonces senador priista Mario López Valdez como su candidato a la gubernatura, en una alianza opositora al PRI, junto con los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia.
El delegado federal panista Cesáreo Castillo Barraza (qepd), fue una de esas voces ignoradas: “Aunque Malova gane esta elección, dijo, los panistas nada ganarán, van a ser los primeros a los que les van a pegar una patada”. Y auguró: “Malova vendrá a imponer a sus amigos en las principales candidaturas”.
El propio dirigente estatal panista en aquel 2010, Francisco Solano Urías, dijo estar “convencido de que (Malova) no le conviene ni al PAN ni a Sinaloa” porque (tiene) “esa visión utilitaria de tener el gobierno como un botín”. Y según sus palabras, “le atrancó la puerta del PAN”. Pero luego, dicho por él mismo, “entró por la chimenea”.
Las voces de descontento fueron reprimidas por la euforia que causó la posibilidad que les daba Malova de ganar la gubernatura.
Finalmente la coalición “De corazón por Sinaloa” fue encabezada por el mochitense. Lo que siguió es historia conocida. Mario López ganó la elección y junto con él, nueve presidencias municipales y 16 escaños en el Congreso fueron para el PAN.
 
Primer out: el gabinete
 
La primera desilusión para los panistas fue el reparto de posiciones en el llamado “gobierno del cambio”. Aunque Malova insistió que en su administración no habría “cuates ni cuotas”, el gabinete se integró mayormente por amigos, recomendados y priistas.
Los únicos panistas afiliados que ocuparon puestos de alto nivel fueron Eduardo Ortiz, como secretario de Desarrollo Económico; Oralia Rice en la Oficina de Turismo; Francisco Córdova en la Secretaría de Seguridad Pública, y el simpatizante José Luis Sevilla en Obras Públicas.
 
Segundo out: Elecciones 2012 y 2013
 
Transcurrido casi un año de gobierno malovista, a finales de 2011, inició el proceso para elegir presidente del país, senadores y diputados federales.
Panistas acusaron a Malova de trabajar abiertamente a favor del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
En las elecciones presidenciales, el PRI obtuvo en Sinaloa 436 mil 928, mientras que el PAN logró 295 mil 585. En la legislatura federal, Sinaloa tuvo seis diputados federales por el PRI y dos para el PAN. Y dos senadores priistas y uno panista.
Con el triunfo de Enrique Peña Nieto, el ex gobernador Jesús Aguilar Padilla resurgió en la escena política como Subsecretario de Agricultura en el gobierno federal. Y se diluyeron las acusaciones públicas que Malova hiciera de su antecesor y funcionarios de su gobierno. Y también las promesas de investigar actos de corrupción del sexenio aguilarista.
En las elecciones locales de 2013, los panistas denunciaron de nuevo el apoyo del Gobernador y funcionarios de su gabinete a favor de candidatos del PRI.
En Ahome, Malova colocó como candidato a la alcaldía a Arturo Duarte, colaborador directo en su gabinete estatal, y palomeó a su suplente en el Senado Margarita Villaescusa, en la lista de diputados plurinominales.
El resultado de la jornada electoral fue el triunfo del PRI en 14 de las 18 alcaldías y en 20 de las 24 diputaciones de mayoría relativa. Recuperó seis alcaldías en manos del PAN.
Los integrantes de la Coalición se deslindaron del primer mandatario debido “a su intromisión a favor del partido tricolor en las pasadas elecciones”. Y aunque Malova insistió: “…ya cayó el out 27, hay que colgar los guantes y ponerse a chambear”, el dirigente nacional panista Gustavo Madero lo calificaba como un “gobernador autócrata y acéfalo de partido”.
 
Tercer out
Elecciones locales 2016
 
El triunfo del PRI en la mayoría de las alcaldías y 22 de las 24 diputaciones dejó claro al PAN que la elección de hace una semana fue una “elección de Estado”. Se lo repitieron hasta el cansancio al Gobernador previo a la jornada electoral y exigieron “piso parejo”.
Lo que sucedió previo a las votaciones es todavía un misterio: 65 camiones de transporte público con propaganda del PRI, baleados; despensas confiscadas y operadores levantados.
Mazatlán, Culiacán y Ahome se fueron al conteo voto por voto.
Mientras pelea en algunos municipios, el PAN admite, sin dudas, su derrota en la gubernatura. El juego terminó.
 
 

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