Durante una ola de calor que azotó Francia entre finales de junio y comienzos de julio murieron 700 personas más de lo que es habitual en el país, informó hoy el Ministerio de Sanidad.

Entre el 29 de junio y el 5 de julio la tasa de mortalidad aumentó un 7 por ciento respecto a lo habitual, señaló el Ministerio en París. Las temperaturas alcanzaron en ese periodo los 40 grados Celsius en muchas partes del país.

La cifra incluye también casos de muertes relacionados de forma indirecta con el calor, por ejemplo por ahogamiento, informó la ministra Marisol Touraine.

Pese a todo, las repercusiones de las altas temperaturas fueron menores que en los años anteriores, según la ministra. En el verano (boreal) de 2003, un largo periodo de calor dejó 15 mil muertos en el país, un 55 por ciento más de lo habitual en esa época.

Desde entonces el gobierno decretó medidas permanentes de prevención en casos de olas de calor. Por ejemplo este año advierte en anuncios en televisión de las consecuencias de las altas temperaturas y da consejos sobre qué medidas adoptar.