El Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados (MAMA), señaló que en el caso del albergue La Gran Familia, en Zamora, Michoacán, su directora, Rosa del Carmen Verduzco, conocida como “Mamá Rosa“, cometió varias equivocaciones en su intento de ayudar a los menores, entre los que destacan su método educativo con castigos, privaciones a la libertad, adopciones ilegales, entre otros, aunque consideró la detención de la fundadora de un nuevo “Michoacanazo” por desviar la atención sobre ella y no sobre las víctimas.
Mairo Rogelio Padilla Díaz, director de MAMA, indicó que su primer encuentro y desencuentro con mamá Rosa fue en 1984. “Al paso del tiempo, no sé cuántas de estas familias habrán tomado conciencia y se arrepintieron y/o se resignaron ante esa mujer “poderosa”, que siempre lo fue hasta el pasado lunes 15 de julio, cuando las autoridades mexicanas intervinieron”, sostiene.
Según un comunicado de la asociación, La Gran Familia y Mamá Rosa crecieron a la sombra de miles de familias desesperadas, pobres e ignorantes que encontraron apoyo para hijos que ya no podían atender, pero también a la sombra de apoyos gubernamentales en el ámbito municipal, estatal y federal, y también por sus omisiones y silencios.
Presumía sus contactos y poder. “Ahora, ese mismo poder que la engendró, la vomita, la expulsa, la deshecha”. Refiere que la detención de Mamá Rosa es un nuevo “Michoacanazo”, espera que su detención no tenga ningún cálculo político “deseo que realmente el gobierno estatal y federal asuman el compromiso de trabajar de manera transparente para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, advierte.
Tomado de Eje Central.