A tres personas representantes de empresa Reynolds, proveedora del acrílico que colapsó el pasado miércoles no se les ha permitido la entrada al Acuario.

Desde hace dos horas y media permanecen afuera de las instalaciones del Tiburonario, a donde pretendían ingresar para revisar las condiciones en las que se encuentra y detectar las posibles causas por las que se fisuró.
Luego de la ruptura, los 2.5 millones de litros de agua de mar que contenía empezaron a derramarse por la avenida de los Deportes, inundando también parte de las instalaciones del Acuario, por lo que ayer jueves permaneció cerrado.
La empresa Reynolds fue contratada por el arquitecto Omar Osuna, constructor de la etapa en la que se colocaron los acrílicos, por la experiencia que tiene en este tipo de obras, según declaró.
Esta tarde se presentaron con la intención de ingresar a las instalaciones, se les pidió una identificación pero no los dejaron ingresar.
Comentaron que si hoy ya no es posible entrar, regresarán mañana hasta que se les permita.
La renuencia por parte de los encargados del Acuario para permitir el ingreso de los representantes de la empresa, despertó sospechas de que posiblemente se estaría haciendo algún tipo de trabajo o arreglo que modificara el peritaje que la compañía extranjera busca obtener para defender la calidad de su producto.