El plan original entre los impulsores de la candidatura de Lucero Guadalupe Sánchez López era convertirla en presidenta municipal, no diputada. Así lo expusieron los impulsores de Lucero a quienes dentro de los partidos se convertirían en los promotores de ella, y que finalmente darían la cara para promoverla.
La edad le impedía a Lucero Sánchez ser candidata a Alcaldesa, se exigen en la ley 25 años cumplidos al día de la elección y ella tenía 24. Entonces les propusieron a los impulsores un ajuste en el plan original y amarrarle la candidatura de la coalición opositora —PAN, PRD, PT y luego el PAS— en Cosalá para la diputación del distrito XVI.
Los impulsores de la joven Lucero, quien aún no concluía su carrera de abogada en 2013, no la necesitaban como diputada sino como presidenta, pero terminaron por aceptar que sería un escalón y en 2016 ella estaría como candidata a la Presidencia Municipal. Era un compromiso entre las partes: los impulsores de Lucero y los partidos políticos, especialmente Acción Nacional.
Así, sin ser militante de ningún partido, sin contendientes que le disputaran la candidatura, sin un trabajo político o social en Cosalá, incluso sin vivir ahí en los últimos años porque cursaba su carrera universitaria fuera del estado, a Lucero Guadalupe Sánchez López la hicieron candidata y después diputada local.
Rancho chico infierno grande, a ninguno de los panistas que hicieron posible el plan de los impulsores de Lucero le importó lo que de ella se decía ya en todo Cosalá. Tampoco a ella y su círculo cercano, porque lo convirtieron en su lema de campaña: “Todos somos delincuentes”, le respondían en un grito en los actos proselitistas de la joven Lucero.
Ella misma en su participación arengaba diciéndoles a los asistentes: “Dicen que somos delincuentes”… y en la pausa le contestaban, “todos somos delincuentes”. Lo hizo en muchos de sus encuentros, que tampoco llegaban a actos masivos de campaña sino simples reuniones de una docena o dos de seguidores.
Cosalá fue, hasta la elección de Lucero Sánchez, el distrito donde era posible lograr la diputación local con el más bajo número de votos de todo Sinaloa. Ella ganó con 4 mil 167 votos contra 3 mil 292 de la candidata de la coalición del PRI-PANAL-Verde, Aidee Corrales Corrales, hermana de la Paquis Corrales, exalcaldesa de Cosalá y diputada federal en la elección. Doce años atrás, Jesús Aguilar Padilla fue diputado por ese mismo distrito —y tres años después gobernador— con apenas 3 mil 847 votos. La redistritación aprobada para la elección del próximo año ya no permitirá esta desproporción. Cosalá se unirá a San Ignacio, Elota y la parte sur de Culiacán para ser un solo distrito con un número de ciudadanos similar al del resto de los distritos del estado.
Hoy de Lucero Guadalupe Sánchez López casi nadie se atreve a hablar en Cosalá. De los impulsores de Lucero nada dicen los promotores del proyecto dentro de los partidos. Es el secreto mejor guardado, a cualquier posibilidad de indagatoria huyen. La atropellada diputación de quien llegó como la más joven legisladora en la historia del Congreso de Sinaloa, prácticamente sepultó el proyecto original de hacerla alcaldesa. Aunque no están paralizados y así lo demuestra la presencia de Lucero Sánchez en la gira del gobernador Malova por Cosalá.
Mientras, dentro del PAN, aún tiene apoyos suficientes para conseguir ser candidata, al final que los detractores como Germán Martínez y el expresidente Felipe Calderón perdieron poder.
MARGEN DE ERROR
(Control y confianza) Ya no será el gobierno de Malova quien resuelva la crisis de sus policías, por el contrario, en el año y medio que le queda mantendrá su discurso de que hay que “reconocer a los policías”. El gobernador nunca se preocupó por construir una política de seguridad, su mira siempre fue al corto plazo, reducir delitos. Esa no es una política pública.
Cuando escucha que le hablan de evaluaciones de control y confianza, de policías certificados —como lo hizo en Mazatlán el mes pasado la Presidenta de Causa en Común, María Elena Morera— responde en la tangente de que los índices delictivos se han reducido y los compara con 2010.
El dato duro, real, es que 3 de cada 10 policías en funciones en Sinaloa son no aptos, según la evaluación de control y confianza. Pero siguen con placa, siguen con arma. El dato es de la misma organización Causa en Común, por cierto hoy día la única en el país que insiste en ese tema casi olvidado.
En octubre del año pasado, en la crisis del plazo obligado por la federación para dar de baja a los policías que en el examen resultaron no aptos, Malova se mantuvo en su discurso y los dejó como policías. Amenazó a algunos y finalmente nadie supo cuál fue el criterio para correr y dejar.
En ese entonces conocer cuántos policías resultaron no aptos era imposible. Nadie decía, ni el Procurador Higuera, ni el Secretario García Castro, menos el gobernador. Ríodoce hizo ese mes de septiembre un ejercicio de reporteo, que se publicó el 5 de octubre en la edición 610: 3 mil 391 policías eran no aptos en el examen, es decir, el 42.46 por ciento de los efectivos en ese momento. Casi un año después y con el informe de Causa en Común, denominado “Radiografía policial”, podemos comprobar que se acertó en el número real a pesar del celo con que se guardó el dato. Causa en Común ubica en mayo de 2015 en 2 mil 882 los policías no aptos que representa el 34.4 por ciento de la fuerza estatal. Es decir, contando a quienes aceptaron dejar la corporación, y los que de plano no les permitieron regresar, aquel dato de casi la mitad como no aptos, era preciso.
Mirilla
(Participación) La inclusión de las propuestas de los padres de familia en la Ley de los derechos de las niñas, niños y adolescentes es un quiebre a la monolítica clase política. En México esa clase política ha sido especialista en desactivar cualquier movilización ciudadana. No importa estar a favor o en contra de los argumentos de los padres, lo que importa es el involucramiento ciudadano en las decisiones públicas. Mañana, otros grupos igual entenderán que es posible la presión ciudadana, en los cauces que el mismo espacio público permite.
DEATRASALANTE
(20 años no es nada) Del Todos somos Marcos en Chiapas de 1994, al Todos somos delincuentes del Cosalá de 2013(PUNTO)
