Al gobernador electo, Quirino Ordaz Coppel, le preocupa la deuda a corto plazo que acarrea la administración de Mario López Valdez, según admitió esta tarde al concluir un encuentro con jóvenes priistas.
Ordaz Coppel criticó además que la Ley de Entrega Recepción es obsoleta debido a que presenta periodos de tiempo muy cortos para conocer el estado que guarda la administración estatal. A pesar de que su nombramiento como gobernador electo se dio desde junio pasado, la entrega recepción comenzará oficialmente hasta el 1 de diciembre, criticó.
“Hemos avanzado en las gestiones, en tocar puertas con las dependencias, en estar planteando las necesidades que tiene Sinaloa frente a un entorno, un contexto económico muy complicado. Hemos tenía cercanía en comunicación con la administración actual pero realmente el proceso va a arrancar hasta el 1 de diciembre”, dijo.
¿Le preocupa la deuda?, se le preguntó.
“Pues el problema ahorita es el corto plazo, es la que afecta el flujo, la dinámica, va a haber menos recursos, y es ahí donde tenemos que conocer bien como está compuesta esta deuda a corto plazo”, reconoció.
En días recientes diversos proveedores del gobierno del Estado han manifestado su inconformidad por los pagos atrasados en diversos rubros, entre ellos los contratistas que construyeron el estadio de béisbol de Culiacán, quienes reclaman una deuda de 110 millones de pesos y los textileros sinaloenses quienes aseguran que se les deben 120 millones de pesos por la confección de un millón de uniformes escolares. Mientras que por su parte, el secretario de Obras Públicas del Estado admitió que tan sólo su dependencia dejará una deuda de 300 millones de pesos con contratistas.
De acuerdo con el tesorero Armando Villarreal Ibarra, las cifras oficiales señalan que la deuda a corto plazo es por 3 mil 850 millones de pesos y la deuda a largo plazo es de 4 mil 700 millones de pesos.