Esta mañana, a las 9:45 horas, murió en su casa Liberato Terán Olguín.
Afectado por un tumor en la cabeza desde hace siete años, su estado de salud había entrado en crisis desde hace varias semanas. Esta mañana sufrió un infarto y falleció. Tenía 68 años.
Profesor universitario, líder sindical, dirigente estudiantil y colaborador de diversos periódicos, entre ellos Ríodoce, Liberato Terán recibió diversos homenajes académicos en la Universidad Autónoma de Sinaloa, a la que, desde diversas trincheras ofreció lo mejor de sí.
En abril de 2013, mediante un coloquio que llevó el nombre de Liberato Terán Olguín y sus avatares en la UAS 1966-2013, cientos de académicos y estudiantes se dieron cita para recordar su participación en el movimiento estudiantil, sindical y en la reforma universitaria.
“Se volvió un ícono del movimiento estudiantil sinaloense por la firmeza de sus convicciones, la lealtad de sus principios, la perseverancia que mostró y su ética”, indicó esa vez Carlos Calderón Viedas, quien colaboró con él en el movimiento estudiantil entre los años sesenta y setenta. Liberato fue incluso a la cárcel durante el movimiento.
Liberato —el Chuco, para sus amigos— nació en San Ignacio, Tamazula, en Durango, el 22 de marzo de 1947. Posteriormente emigró a Sinaloa donde continuó sus estudios hasta la licenciatura en Economía en la UAS. Cuenta con una maestría en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se desempeñó como profesor en la UAS de la Preparatoria Zapata, la escuela de Economía, Filosofía y Letras, y en la licenciatura en Educación.
Laboró como funcionario universitario en diversos cargos entre los que se encuentran: presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa 1968-1970, miembro fundador del Sindicato del Personal Académico de la UNAM (SPAUNAM) en 1975, secretario de prensa del Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la UAS (Suntuas) de 1979-1981.
Fue candidato a diputado local por el Partido Comunista en 1980 y candidato a rector de la UAS por el Movimiento Rosalino en 1985.
Colaboró con artículos en el semanario Ríodoce, El Sol de Sinaloa, El Diario de Culiacán, en las revistas Nueva Universidad, Siglo XXI, Buelna, Ciencia y Universidad, Politeia.
Entre sus ensayos destacan Los siete pecados del sindicalismo universitario, El radicalismo pequeñoburgués, La universidad al filo del cambio, Los retos de la universidad pública hoy, El financiamiento de las universidades públicas en México yLa UAS: entre el vacío y el estrépito.
Es autor de los libros Sinaloa, estudiantes en lucha: Marcha por la libertad; Pasos por el socialismo. Crónica de un viaje; Nueva Universidad y La Universidad en la encrucijada.
