Destierro, cinco años de desplazamientos por la violencia

 

desplazados-1

Este 12 de enero se cumplieron cinco años del desplazamiento de cientos de habitantes de comunidades ubicadas en la zona serrana del municipio de Sinaloa. Familiares de Ocurahui, San José de los Hornos, El Pilar y otras, andan desde entonces como judíos errantes, de casa en casa, de pueblo en pueblo, o cambiándose de ciudad, luego de haber sido amenazados de muerte si se quedaban en sus viviendas, y ahora solo tienen una seguridad: no pueden regresar.

“Nos encontramos con la total indolencia e indiferencia del gobierno. Pensábamos que al presentar nuestro problema ante las autoridades, íbamos a tener el apoyo. Que interviniera el Ejército, nos acompañara a nuestras comunidades, nos resguardaran para poder volver, pero no”, dijo Esperanza Lugo, una de las desplazadas de esta región, quien actualmente vive en Guamúchil y ha sido amenazada de muerte al menos en dos ocasiones.

El ex gobernador Mario López Valdez, agregó, no hizo nada, a pesar de que le informaron sobre los desplazados y los problemas que tenían, se negó a atenderlos y a instrumentar políticas públicas que permitieran enfrentar los desplazamientos.

Dijo que en estos cerca de cinco años de violencia y familias que han tenido que dejar sus viviendas, suman cerca de 35 mil personas afectadas por este fenómeno en la entidad, sin que nadie haga nada. El caso más reciente fue en poblaciones como Huixiopa, en el municipio de Badiraguato, pero suman 11 o 12 los municipios con desplazamientos de este tipo.

Muchos de los desplazados huyeron de sus comunidades y tuvieron que caminar varios días entre el monte, escondidos de los agresores, y ahora viven en zonas urbanas y comunidades lejanas, dentro y fuera de Sinaloa. Algunos se dedicaron al campo, como jornaleros, otros se emplearon como pepenadores de basura —en Culiacán—, limpian casas ajenas o hacen tamales o pan para vender.

En este lapso, pero sobre todo de 2012 a 2013, fueron asesinadas alrededor de 50 personas, muchas de ellas tenían su domicilio en la zona serrana del municipio de Sinaloa.

“Se les está apoyando a la gente que está arriba, con proyectos productivos y recursos, cosa que hemos pedido nosotros y no nos los han dado. La diferencia es que esos que están recibiendo los apoyos son los responsables de nuestro desplazamiento y el gobierno lo sabe perfectamente, sabe quiénes son”.

A pesar de tanto tiempo transcurrido, lamentó Lugo, “nos sentimos más vulnerables y desamparados que nunca. Ya no tenemos a qué regresar, no tenemos nada qué rescatar y nuestras casas se están cayendo o están en manos de esta gente que nos expulsó”.

Estos casos ya fueron denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero el gobierno federal no ha respondido. Señaló que al mandatario Quirino Ordaz Coppel lo abordó en Guamúchil, cuando era candidato a gobernador, y les prometió atenderlos y respaldarlos.

“Necesitamos que el problema se reconozca, sobre todo, y que no siga sucediendo, porque nosotros los afectados sabemos que es un martirio, una situación muy dolorosa. Soy una extranjera en mi propia tierra”.

—Quirino no ha mencionado el tema de los desplazados ni en campaña ni en su toma de protesta.

—Lo abordamos cuando vino a Guamúchil, le planteamos el problema. Le pedimos que nos ayudara de llegar a la gubernatura. Que el problema se reconociera, y prometió que así sería y esperamos que cumpla. Y es que reconocer el problema significaría llevar a cabo políticas de apoyo, que el Estado de derecho ha sido rebasado, que estamos en una guerra interna en el país, porque no es solo Sinaloa, hay varios estados en la misma situación: Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Michoacán, Nuevo León, Morelos, Jalisco, y otras.

Recuento de pérdidas

Ella es madre de una niña y ahora está embarazada. Vivó allá, en Ocurahui, luego se vino a la ciudad a estudiar y regresó a su tierra, a trabajar. En eso estaba, en esa vida apacible y fresca, de patios grandes y árboles añejos, cuando fueron amenazados: tenían que irse de sus casas porque dos bandos del crimen organizado se enfrentarían a balazos y ellos quedarían en medio. Los “invitaron” a sumarse a uno de los bandos pero ellos se negaron. Sus vidas estaban en peligro, por eso optaron por buscar refugio en otra comunidad o en la ciudad.

“En estos cinco años la mayoría de los desplazados hemos tenido solo pérdidas. Tenemos un balance muy adverso. Los que teníamos nuestra propiedad, el trabajo, dinero en el banco… ya todo se terminó y hasta los carros vendimos. Ahora sufrimos muchas dificultades, y perdimos familiares y amistades, porque fueron asesinados o murieron accidentados, y eso no puede compensarse”.

Tiene alrededor de 35 años y es madre de familia. Cuando regresó a su pueblo, después de estudiar, sintió el orgullo de aplicar sus conocimientos en beneficio de la gente, sus vecinos. Pero tuvo que irse de ahí, porque su vida estaba en peligro.

—¿Qué le dices a la autoridad?

—Que volteen a vernos, se pongan en nuestro lugar y piensen qué harían si se tienen que salir de su casa solo con lo que traen puesto, sin poder llevarse nada, ante la amenaza de perder su familia, su vida… irse a un lugar dónde nadie los conoce, sin oportunidades, a empezar desde cero.

 

 

 

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1103
GALERÍA
Decenas de mujeres salieron a manifestarse este 8M a las calles de Culiacán, para exigir justicia por las víctimas de violencia. Partieron del Ayuntamiento y hasta el Palacio de Gobierno donde realizaron pintas.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.