Ya no otro Malova; al PAN lo quieren domesticar
Jorge del Rincón Bernal lo dijo en privado y luego frente a la grabadora: si Jesús Vizcarra Calderón es de nuevo candidato a gobernador, y si el PAN, su partido, no lanza un buen candidato, votará por él.
“Creo yo que Jesús Vizcarra, a pesar de lo que se le ataca, puede ser un buen político porque ha sido un buen empresario. Sin tener tampoco la capacidad empresarial porque no estudió civismo siquiera, que es una característica esencial de los buenos gobiernos, pero sería un buen político”, sostuvo.
—Usted dijo en la reunión del grupo de Los caminantes, del que usted forma parte, que votaría por Vizcarra si de nuevo es candidato.
—Sí, lo dije.
—¿Y lo haría entonces?
—Con una condición: que no llegue un buen candidato panista, que sea un buen candidato panista, no solo panista, porque si va a ser otro Malova, por ese no votaría.
—¿Ve panistas con ese tamaño?
—Ese es el problema, que no los veo. Los que son ganadores, son como Higuera, que ha sido y sido y está desgastado, y además tiene mucha vinculación con el PRI, con valiosos personajes del PRI.
—¿Y Heriberto (Félix Guerra)?
—Pues Heriberto creo que sí tiene principios, pero es de los que cree que si se inscribe por el PAN pierde en lugar de ganar. Se requiere estructura política…
—Pero además Heriberto está lejos de Sinaloa, de sus problemas, y parece no importarle.
—No está en la estructura, a eso me refiero. Despreció a la estructura panista, aunque no sea muy buena pero se necesita, y hay mucha gente que vota por el PAN, sobre todo en el sur del estado.
—Pero ahora el PAN está desdibujado, sin estructura, con una dirigencia extraviada, y muchos militantes creen que les va a ir muy mal en las elecciones próximas.
—Pues si van con esa creencia, pues claro, pero deben tratar de que no sean tribus, que la tribu del senador, que la tribu de… son grupitos y se golpetean mutuamente, como en el PRD, en la izquierda. Hay gente en todos los partidos que les gusta el ‘fuego amigo’ para fregar a uno por envidia o lo que sea. Yo fui uno de los torpedeados.
Jorge del Rincón trae una camisa azul. No es azul panista, más bien azul acuosa. Se acomoda bien en su sillón, en la oficina que tiene en la agencia de automóviles nuevos Nissan, donde despacha: derecho, serio y hasta marcial, para la foto. Dice que no quiere que lo vean acostado, recargado, encorvado en ese sillón, porque además ahí sí se trabaja y no está en la sala de su casa.
Futbolista y promotor deportivo, articulista del diario Noroeste, del que también es socio y fundador. Fundó también, hace ya varias décadas, el Partido Acción Nacional, junto con Rafael Morgan Ríos, la extinta Luisa Urrecha y Gabriel López Palomares, y fue el primer candidato blanquiazul en ganar una diputación federal de mayoría, en 1988.
Fue en la reunión del grupo de Los caminantes, integrado por personas de su camada que acuden a charlar y caminar por los patios del Club Campestre, en la colonia Chapultepec, donde lo dijo por primera vez, en una reunión privada: si Vizcarra es de nuevo candidato a gobernador, él votará a su favor. Antes, entrevistado por Noroeste, dijo que se equivocó al apoyar a Mario López Valdez como candidato a la gubernatura en el 2010, de la alianza integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), y del Trabajo (PT).
Don Jorge, como lo llaman, está decepcionado. Y no solo de Malova y su administración, también de su partido, al que ve invadido por oportunistas, partidarios del actual mandatario, deshonestos y saltimbanquis. No lo dice así, pero no es necesario. Su partido está en crisis y él sigue pensando, anegado de nostalgia, en los panistas “químicamente puros” que no eran mujeriegos ni tenían esa cercanía que muchos, como el ex alcalde Alejandro Higuera, tienen con el Revolucionario Institucional (PRI).
PAN domesticado
“Me equivoqué”, vuelve a decir del Rincón Bernal, cuando se le pregunta de nuevo si acertó al apoyar la candidatura de López Valdez. Se le pregunta por qué cree que fue un error:
“No es lo que yo esperaba. No veo que el estado haya mejorado en lo económico y claro que ha habido cosas que lo han dañado, me refiero a la naturaleza, a fenómenos climatológicos, pero hay otras cosas que se han dejado de hacer”.
—Malova entró con un capital político y social impresionante, con el discurso del cambio, ¿a dónde se fue ese capital político? ¿Qué pasó?
—Creo que lo que le dañó es que venía con las fuerzas de los partidos, el PAN y los que se salieron del PRI para apoyarlo, pero se vio desde un principio que de panista no tenía nada. No disfrazó mucho porque su equipo no era ni remotamente el necesario, de panistas de a de veras.
—Entonces no hay tal gobierno del cambio ni alternancia en Sinaloa.
—No. La alternancia única que se hizo aquí fue la del PAN con gente del PAN, y el error fue que Vicente Fox es que no corrió a la gente del PRI, me refiero al gobierno federal…
—¿Y cuál es el error de Malova, el más importante?
—Yo digo que el más importante es que no trabajó para el partido que lo ungió, sino al contrario. Solo hubo “de boca” un cambio, porque no había panistas ahí, en la realidad.
—Pero el PAN lo sigue apoyando, a pesar de los berrinches del presidente estatal Edgardo Burgos.
—Pues sí, pero lo que veo es que el PAN no supo quitarse lo que obviamente quería el PRI: domesticarlo, hacerlo priista, y eso es lo que ha pasado. De boca no se harán priistas, pero sí lo son de actitudes, de formas, inclusive hasta formas de vida, se han vuelto hasta mujeriegos, cosa que no había antes.
—No hay moral ni ética.
—No hay lo que había, doctrina.
—¿Usted apoyó a Malova?
—Voté por él, le levanté la mano en algún mitin y me pidió dinero, pero no se lo di porque sentí que lo necesitaba más el que estaba jugando por la presidencia municipal de Culiacán, Eduardo Ortiz, que también estaba con él.