Familiares de los tres jóvenes desaparecidos la madrugada del pasado domingo 30 de junio  en Mazatlán reclamaron hoy a las autoridades, los encuentren.
Con pancartas en las que se lee “Miedo de las autoridades a meterse de fondo con el compromiso que tienen con la sociedad respecto a la justicia” familiares de las enfermeras del IMSS Cindy, Éricka y el joven José Antonio con quien coincidieron el día que desaparecieron.
“Queremos a nuestros hijos liberados, que regresen sanos! Se lee en una cartulina verde que porta una de las otras víctimas de los desaparecidos; la familia.
Este lunes fueron mandados llamar a declarar a las oficinas de la base de la Policía Ministerial, por lo los padres y madres que aprovecharon para no asistir solos ni en la indefensión del silencio.
Hermanos, primos y tíos de los desaparecidos se unieron a la exigencia de respuestas.
Trascendió que los padres de las víctimas fueron mandados llamar a Culiacán para que sea este mismo lunes cuando les hagan pruebas de genética más precisas.
Familiares comentaron el dolor e incertidumbre que han sufrido desde el día que desaparecieron, situación que se agrava ante la falta de información y claridad en el avance de las investigaciones.
Y es que todos los días, cada vez que ocurre un hallazgo de cuerpos, el sobresalto de que pudiera tratarse de sus desaparecidos, dicen, es como un duelo que no termina. “La herida está abierta”.