Muere el fotógrafo y documentalista culichi en Argentina

Robert Bernal 1
Hasta siempre, Roberto querido
El fotógrafo culichi Roberto Bernal murió la madrugada del pasado martes, después de sufrir varios infartos cuando era tratado de cáncer de pulmón, en un hospital de San Miguel de Tucumán, en el noroeste de Argentina.
El cáncer le fue detectado hace cuatro meses en aquel país, cuando fue atendido por algunos malestares y fue internado desde el 4 de marzo pasado en el hospital Zenón Santillán de esa ciudad.
Roberto Bernal tenía 47 años y trabajó en distintos medios impresos de Culiacán y realizó exposiciones de su obra en países de América Central y Sudamérica, a donde viajaba constantemente.
Ojo dorado
Para Roberto Bernal
Te voy a endulzar con agua dulce, dijo Roberto al cuerpo que le enseñó que el horizonte era un árbol de avellanas. Sus imágenes se pueden tocar. Por la mañana son la música de los klínex donde las muchachas dejan la impronta de sus labios. Por la noche, los acordes de los hambrientos. Roberto es cazador. Prefiere la oscuridad, la dificultad del rayo y los reflejos de los buitres. Va directo a la memoria: vean: recogía yo la basura de unos guantes de cabritilla cuando me puso un cuerpo en el costado. Una mujer con que me vio de espaldas y que llamó Isadora cuando sabía bien que su nombre era Rosa. Le interesó su sombra. Decía que era todos los seres humanos incluyendo los perros que no ladran. Le tomó tres fotos. Ella las quería para su árbol de avellanas pero él construyó papalotes para llorar bajo el escenario. Una foto nace, no se hace. A Roberto lo angustia la madrugada. Llega la luz y sabe que puede ser el día en que tome su mejor foto. Como la de los tríceps donde es en vano apostar al perfil, a la fuerza del muscle, al limonero que perdió su patio.
Miré el cuerpo, la basura escapó de mis dedos, vi la bolsa negra a diez metros y supe que no me pondría nervioso. Ella se movía suavemente, entre la sombra y la luz para que su perfil hiciera olvidar su vello púbico. Una ráfaga de aire me devolvió la basura. Fui a la bolsa que padecía una invasión de hormigas. Me volví. Roberto trabajaba en un cuarto luminoso. Tenía un trozo de mundo y otro de carácter para hacer revelaciones. Llevé la bolsa de la basura por si quería tirar algo. Echó sus cámaras, No puedes hacer eso, protesté, Tengo mis ojos, dijo; coloqué sus Leycas sobre la mesa y me retiré. Esa noche soñé la luna. Había un ojo dorado en su retícula.
Hay una pieza que desvela a Bernal: El pingüino. Tiene todo preparado, quiere verlo bajo la luz de Marte.
El cuerpo se aleja. Desaparece. Roberto repite: voy a endulzarte con agua dulce. En realidad, limpia el lente, la sombra de una flauta dulce le recuerda que el sueño es Calderón y que se le hace tarde. Por estar platicando. Hoy puede ser el día.
Elmer Mendoza
 
Robert sus fotos (3)
Nuestro fotógrafo cultural
Roberto Bernal nació en Culiacán, Sinaloa, el 26 de enero de 1969. Estudió en la Escuela Normal de Especialización del Estado de Sinaloa.
Fotógrafo oficial de la Compañía Da. Te Danza, en el 56 Festival de Música y Danza de la ciudad de Granada España 2003. Becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes 1996-1997. Su obra aparece en los libros Sinaloa, una nueva realidad, editado por el Gobierno del Estado de Sinaloa, y en Del silencio a la piel, de Juan Ramos y Héctor Chávez, editado por Difocur en el 2001.
Director de fotografía en la película El robo, de Miguel Ángel Vega, 2002, y realizador del cortometraje El ángel de los pobres para la compañía austriaca Colibrí Film.
Fotógrafo huésped y expositor en la Muestra de Danza Contemporánea de Grupos Independientes así como del Festival Internacional de Teatro Universitario, FITU, en El Salvador.
En 2009 fue seleccionado como fotógrafo invitado y expositor en la Trigésima Muestra Nacional de Teatro, México. Asistió invitado por la Embajada de España para impartir un taller de fotografía enfocada a las artes escénicas, en el Centro Cultural de España en El Salvador, en 2009.
Desde ese año era gestor de talleres de capacitación para el Festival Internacional de Teatro Universitario FITU, en El Salvador, y participó como curador de la exposición 50 años del Teatro del Seguro Social de Culiacán.
Recientemente se desempeñaba como fotógrafo independiente, colaborando con distintos grupos de teatro, música y danza de México y el extranjero. Parte de su obra fue publicada en el libro Los morros del narco, de Javier Valdez Cárdenas.
 

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