Un don excepcional

 

 

cine

Los zapatos no le van muy bien al vestido de Mary (Mckenna Grace). Su cabello también está desaliñado para su primer día de clases después de que su tío Frank (Chris Evans) dudara tanto en mandarla a la escuela. Sólo viven ellos dos en esa sencilla casa de ese pequeño pueblo que no es el más atractivo de Florida, pero desde que su hermana murió, se comprometió a hacerse cargo de la niña, con el único propósito de que fuera feliz.

Mientras la maestra Bonnie (Jenny Slate) cuestiona a los alumnos con sumas de cifras pequeñas, Mary está a punto de dormirse, con la cabeza recargada en la mesa. Después de manifestar que todo es muy fácil para ella, la profesora la reta con dígitos más altos, y lo resuelve. A pesar de que tarda más, la calculadora demuestra que la niña dio la respuesta correcta a una larga multiplicación. Aun así, llaman al tío para que pase por ella, porque está aburrida.

La niña es súper dotada. A su corta edad, resuelve ecuaciones  matemáticas que ni la mayoría de los adultos promedio son capaces de terminar con éxito, por lo que se sugiere que la inscriban en una escuela más acorde a su capacidad, pero Frank se rehúsa: prefiere que su sobrina tenga una vida más relajada, juegue y conviva con los de su edad, y no termine depresiva y suicidándose como su hermana.

Los problemas vienen cuando, una vez que sabe de los alcances de su nieta y aunque nunca antes se interesó por ella, Evelyn (Lindsay Duncan) llega a la casa de su hijo para llevarse a la niña y ofrecerle mejores condiciones de vida. El tío será capaz de enfrentar a su madre en los tribunales, con tal de no separarse de Mary.

Un don excepcional (Gifted/EU/2017) es chantajista a más no poder. La cinta dirigida por Marc Webb sabe en qué momentos ofrecer el recurso más sentimentalista, aunque no sea de la mejor manera y se valga de diálogos melosos y acciones poco creativas, pero funcionales.

El inconveniente mayor no es la historia sencilla, sino que la película peca de predecible: desde los primeros minutos se sabe mucho de lo que vendrá, y cada escena está construida de una manera en la que sucede lo que se pensó, igual de fácil que fue para Mary resolver las ecuaciones.

Lo anterior no importa. Lo fácilmente imaginable de la película pasa a un segundo plano por dos razones. Una es el excelente desempeño de su elenco: aunque está muy desaprovechada, cada aparición de Octavia Spencer como la cooperativa vecina es por demás disfrutable; Slate es muy asertiva como esa profesora con el tacto para tratar a una niña muy inteligente, buscar que se supere y aprovechar cada oportunidad, en todos los sentidos, con el tío; Evans es muy convincente con esa intención de querer lo mejor para su sobrina, defenderla y por cómo la trata sin sacrificar su propias necesidades; sin duda, el carisma de Grace termina opacando a todos, como esa genio que atina a ser niña, adulto, inteligente e ingenua a la vez, que juega, estudia, obedece y sabe decir lo que siente cuando se debe.

El otro aspecto es la química entre Chris Evans y Mckenna Grace: Frank y Mary se llevan y entienden tan bien, que no parecen tío y sobrina, sino padre e hija en una extraordinaria relación.

La cinta llegará a un complaciente final que enviará al espectador a su casa, tranquilo. No se la pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

 

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1103
GALERÍA
Decenas de mujeres salieron a manifestarse este 8M a las calles de Culiacán, para exigir justicia por las víctimas de violencia. Partieron del Ayuntamiento y hasta el Palacio de Gobierno donde realizaron pintas.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.